madrid - La Casa Real ha habilitado un cordón sanitario alrededor del nuevo monarca para que la posible imputación por fraude fiscal y blanqueo de capitales de su hermana la infanta Cristina en el caso Nóos, en el que ya está imputado el marido de esta, Iñaki Urdangarin, no contamine el reinado de Felipe VI. El mejor ejemplo de esta marginación es la ausencia de todos los actos de la sucesión dinástica, desde el acto de abdicación del pasado miércoles de su padre, el rey Juan Carlos, hasta su clamorosísima ausencia en el acto de proclamación como monarca de su hermano.

La ausencia de Cristina de Borbón -al igual que la de su marido, apartado por completo de la Casa Real por el caso Nóos- fue ayer más clamorosa pues en el palco de honor del Congreso de los Diputados solo la reina Sofía y la infanta Elena arropaban al nuevo rey, ya que el exmonarca Juan Carlos tampoco apareció en el acto, en teoría para no restar protagonismo a su hijo. En los asientos de invitados también se pudo ver a Froilán, hijo de la infanta Elena.

semana próxima Aunque no hay explicación oficial de Zarzuela a la ausencia de la infanta Cristina, nadie duda de que su posible e inminente imputación en el caso Nóos según muchos medios está en el origen de su arrinconamiento. Según la publicación digital Vozpópuli, el juez de instrucción de Palma de Mallorca, José Castro, podría imputar a la infanta como autora de un delito de fraude fiscal en el año 2008 y por otro de blanqueo de capitales y considerarla cooperadora necesaria de los delitos fiscales de su marido. Eso supone que la hija del rey Juan Carlos se enfrentaría a una petición de penas de entre 8 y 10 años de cárcel.

Sin esperar a que eso suceda, Cristina y su hermana, Elena, ya han salido de la familia real, como se puede comprobar en la web de la Zarzuela. La familia real la componen tras la sucesión los reyes Felipe y Letizia, sus hijas y los padres del monarca, Juan Carlos y Sofía. - R. Ugarriza