gasteiz - La Fundación Fernando Buesa reclamó ayer diálogo y consenso a instituciones y partidos políticos ante la situación de "bloqueo y de estancamiento" en la construcción de la paz y la convivencia, pese a que han transcurrido ya dos años y medio desde que el 20 de octubre de 2011 ETA pusiera punto final a su actividad armada.
En un editorial publicado en la web de la Fundación Fernando Buesa, creada para difundir el legado intelectual del dirigente socialista Fernando Buesa asesinado por la organización armada en febrero de 2000, esta entidad recuerda que "hace ya treinta meses que ETA declaró el final del terrorismo" debido a su derrota policial y a que Sortu "sabía que no podría hacer política" si la organización seguía activa.
La fundación constata que esa "derrota ha traído al País Vasco una sensación de alivio enorme, que ha mejorado sustancialmente la vida de los amenazados", pero cree que desde entonces "muy pocas cosas se han movido", porque ETA se niega a disolverse y Sortu "alcanza significativas cotas de poder" pero rechaza "hacer autocrítica de su apoyo al terrorismo".
'Vía Nanclares' Además, la Fundación Fernando Buesa denuncia que el Gobierno español "silencia a los miembros de la denominada vía Nanclares", promovida por el Gobierno socialista para reinsertar a presos de ETA que se desvinculan de la banda, piden perdón por sus crímenes y colaboran con la Justicia, cuando, a su juicio, éste es "el modelo a seguir en el futuro".
También lamenta que el colectivo de presos de ETA, EPPK, diga que acata la legislación penitenciaria vigente, pero no se mueve en esa dirección y, además, el Plan de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco no ha conseguido "establecer un camino consensuado hacia la definitiva desaparición de ETA y hacia la construcción de una convivencia en paz y en libertad".
Señala también que "en el Parlamento Vasco el disenso es más que evidente" y "la negativa de la antigua Batasuna a asumir el denominado suelo ético ha supuesto la ruptura de los consensos" logrados en Euskadi durante la anterior legislatura, cuando la izquierda abertzale no estaba representada en la Cámara, de ahí que "Sortu no sienta ninguna necesidad de hacer autocrítica", señala la Fundación.
En el editorial, la Fundación Fernando Buesa señala que le preocupa que con la crisis económica algunas organizaciones de la sociedad civil involucradas en la paz y la convivencia hayan desaparecido, otras pasan serias penurias, e incluso este disenso y "desasosiego" que viven los colectivos de víctimas del terrorismo han llevado a algunos de ellos a "una cierta radicalidad" que esta fundación "comprende aunque no comparte". "El Día de la Memoria puede ser un claro ejemplo de disenso. Los Lugares de Memoria están paralizados, el Memorial de Víctimas no termina de arrancar y el Instituto de la Memoria y la Convivencia está varado en el Parlamento", señala.
Por todo ello, la Fundación Fernando Buesa reclama diálogo y consenso a las instituciones y partidos desde el convencimiento de que "la forma en que se produzca el final definitivo de ETA influirá de manera nítida en la salud democrática de las siguientes generaciones". - Efe