Bilbao - Llevaba meses circulando como un rumor sin que Patxi López lo desmintiera ni lo confirmara. Hasta ayer se daba por hecho que el todavía secretario general del PSE daría el salto a Madrid para convertirse en el candidato socialista al Gobierno español o, como se había especulado en las últimas horas, para relevar a Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE. Las numerosas visitas de López a otros puntos del Estado para tejer relaciones con otras federaciones socialistas o para hacer campaña en las elecciones europeas dieron pábulo a esa hipótesis, aunque sus colaboradores siempre han defendido que esos desplazamientos no tenían ningún misterio, que eran las federaciones quienes le invitaban, y que en cualquier caso su visita no sería impertinente porque ocupa la Secretaría de Relaciones Políticas del PSOE y era algo que venía con el cargo. Tras la debacle electoral del domingo, López anunció que soltaría las riendas del PSE, un gesto interpretado en varios ámbitos como un paso previo a su salto a Madrid. Pero ha resultado ser todo lo contrario. Aunque López se ha mantenido en la ambigüedad hasta el último momento, respondiendo que nada estaba escrito hasta anteayer mismo, ayer enfrió cualquier posibilidad. En los pasillos del Parlamento Vasco, puntualizó que se ve "más para ayudar que para competir" en el PSOE.
Fuentes socialistas confirmaron a este diario que López no estará en la carrera para suceder a Rubalcaba -"nunca ha llegado a estarlo", matizan-, y precisan que López cerró esa puerta este lunes, cuando tomó en firme la decisión de renunciar a liderar el PSE. "Si tomas la decisión de convocar un Congreso en el que no vas a participar, parece evidente que no puedes presentarte como salvador en otros sitios", explican a este periódico sus colaboradores más inmediatos sobre las motivaciones de López para tomar su decisión.
El socialista hizo público su adiós el martes y apostó por convocar un Congreso Extraordinario en septiembre para buscarle un sucesor. Lo hizo arrastrado por los malos resultados en las europeas, que apuntalaban una tendencia descendente desde que accediera al Gobierno Vasco en 2009. Su decisión llegaba después de que Alfredo Pérez Rubalcaba renunciara también a liderar el PSOE, y después de haberse implicado al máximo en una campaña electoral que no dio sus frutos el domingo. Al haber hecho campaña por el Estado, el fracaso electoral del PSOE también podría ser interpretado como el personal de López, lo que lastraría su candidatura en Madrid.
A partir de ahora, se abre una nueva incógnita. ¿Dará López el salto a Madrid, pero como número dos o colaborador en la sombra? ¿Formará equipo con Eduardo Madina como líder del PSOE? Desde el socialismo aseguran que no son más que especulaciones y que es prematuro pensar siquiera que Madina vaya a ser el nuevo responsable de Ferraz. En cualquier caso, la hipótesis de un tándem vasco en España -una idea que podría tener mucha fuerza, sobre todo por el pasado de López como primer lehendakari no nacionalista vasco- lleva barajándose varios meses en los mentideros políticos, y el propio López recordaba jornadas atrás con cierta nostalgia el equipo formado por Felipe González y Alfonso Guerra, dos líderes que se complementarían. Sus colaboradores, por el momento, ni confirman ni descartan, pero avisan de que se puede "ayudar" al PSOE no solo estando en la Ejecutiva con un papel destacado, sino también por otras vías. Aseguran que las hipótesis lanzadas hasta la fecha no tendrían demasiado fundamento o base real.
sucesión La incógnita sobre el relevo de Rubalcaba se despejará en el Congreso Extraordinario de los días 19 y 20 de julio, donde se escogerá al nuevo Secretario General del PSOE por un método que aún se desconoce. Los planes oficiales pasaban por que el líder fuera nombrado por los delegados del partido, pero candidatables como Madina han pedido el voto directo de los militantes. Un relevo controlado por los delegados podría perjudicar a los candidatos menos mimados por el aparato -como Carme Chacón-, y beneficiar a la presidenta andaluza Susana Díaz, en la que el PSOE ve la solución a todos sus males. Más de uno de cada cuatro votos de las europeas procedieron de Andalucía, pero en determinados ámbitos se asegura que a Susana Díaz no le interesa el puesto.
López, por su parte, aseguró que le parece "perfecta" la presentación de candidaturas, y opinó que se trataría de "gente con mucho peso político, con gran proyección". No le pareció mal proponer que voten todos los militantes -así se hará en Euskadi-, pero recordó que habría que cambiar las normas. El presidente del PSOE, José Antonio Griñán, fue más lejos en la Ser al asegurar que Díaz es la mejor líder del partido, aunque no quiso revelar si la socialista aspirará a liderarlo. "Para mí, ahora mismo, no hay líder en España en este partido como Susana Díaz", lanzó.