londres/dublín - El populista y ultraderechista UKIP de Nigel Farage confirmó su fuerte avance en las elecciones locales en el Reino Unido, al consolidar su implantación nacional a costa de los tres grandes partidos a solo un año de los comicios generales. Conservadores, liberaldemócratas y hasta laboristas, que ganaron las elecciones del jueves, acusaron el golpe asestado por esta formación antieuropea y antiinmigración que, con su opción de voto de castigo, irrumpe entre las cuatro primeras fuerzas políticas. El triunfo de UKIP puede ser aún mayor si mañana se confirman los augurios de las encuestas y se impone como primera fuerza en las elecciones europeas, que podrían borrar de la Eurocámara a los liberaldemócratas.

De carecer prácticamente de presencia municipal en 2009, UKIP obtiene ahora al menos 150 concejales, aunque sin controlar ningún ayuntamiento, y los grandes damnificados son la coalición de Gobierno formada por los tories de David Cameron y los liberaldemócratas de Nick Clegg, al borde de la desaparición en algunos municipios.

"antipolítica" Nick Clegg achacó ayer el desenlace de los comicios locales al "fuerte sentimiento antipolítica" que se está extendiendo en el Reino Unido, si bien insistió en que no dimitirá como líder de su formación. Aunque esperados, los resultados electorales asestaron un duro golpe a los dirigentes de los grandes partidos, incluido el Laborista, pese a ganar las elecciones. También el primer ministro británico, David Cameron, reconocía la necesidad de dar más "respuestas" a los votantes en asuntos como Europa y la inmigración, puntos machacados por Farage, si bien descartaba un pacto con UKIP ante las generales de 2015, como le reclaman algunos de sus correligionarios.

Pese a la lluvia de acusaciones de "racismo", Nigel Farage ha conquistado el corazón euroescéptico de los británicos con su promesa de sacar el país de la UE y levantar barreras a los emigrantes. Farage ambicionaba incluso con "robarle" a Alex Salmond uno de los tres eurodiputados que aspira a conseguir el Partido Nacional de Escocia (SNP). Profeta hasta en el más hostil de los terrenos.

El electorado irlandés también eligió ayer a sus once eurodiputados y un millar de representantes locales en unos comicios que podrían castigar al Gobierno y premiar al Sinn Féin, en medio del desinterés que despierta Europa. Los últimos sondeos apuntan a que el Ejecutivo de coalición entre el conservador Fine Gael (FG) y los laboristas sufrirá una caída respecto a 2009 por el desgaste sufrido tras la aplicación del duro programa de austeridad impuesto en 2010 en el rescate de la UE y el FMI. Por contra, el Sinn Féin podría experimentar importantes avances. - Efe