Gasteiz - Los peores datos en lo que respecta a la participación en las elecciones europeas se van confirmando después de que el pistoletazo de salida lo dieran ayer Reino Unido y Holanda. En el país de los tulipanes la jornada avanzó sin incidentes y en el ecuador de la misma solamente había depositado su voto un 15% de las personas con derecho a emitir su sufragio, un punto porcentual menos que en los comicios de hace cinco años. En tierras inglesas, donde los colegios se cerraron a las 23.00 horas, se estimaba una abstención cercana al 65%, con solo un 35% de participación y el avance de los euroescépticos en las urnas.

La Comisión Europea (CE) afirmó que "no está preocupada" por la posibilidad de que los sondeos a pie de urna en Holanda influyan en el resto de países que votan hasta el domingo. "No lo estamos, además son sondeos, no resultados", indicó el portavoz comunitario Jonathan Todd. No obstante, tanto en 2009 como en 2004 Holanda adelantó resultados provisionales antes de que terminara la ronda de votaciones en toda la Unión Europea, lo que suscitó el malestar de la CE, que estimó que La Haya no había respetado las reglas electorales de estos comicios.

a pie de urna Una primera encuesta a pie de urna señalaba que los democristianos de la CDA ganaron las elecciones, con el 15,4% de los votos, y relegaron a los euroescépticos de Geert Wilders a la tercera fuerza con el 12,7% de los sufragios. Wilders (PVV) depositó su voto e inmediatamente colgó una fotografía a modo de prueba en su cuenta de la red social Twitter con las palabras "Voté!! por Holanda, por el PVV!".

En el Reino Unido salió un día soleado, donde partía como favorito el Partido de la Independencia (UKIP) de Nigel Farage, que también es contrario a seguir en la Unión Europea. Se puede dar la circunstancia de que Escocia apueste por la independencia en la consulta que tiene fijada para el 18 de septiembre pero quiera seguir dentro de la UE; y sus vecinos ingleses, contrarios a la secesión, salir de la misma en el referendo previsto para ello por David Cameron en 2017. - DNA