vitoria - Después de que Mariano Rajoy reclamara "imaginación" al Govern de Artur Mas para desatascar el proceso catalán, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, exigió ayer al presidente español una tercera vía en forma de "propuesta de Estado" para resolver las demandas procedentes desde Catalunya. Lo sorprendente fue la respuesta del líder del PP, que amén de reiterar su oferta de diálogo siempre y cuando sea dentro de la Constitución y para versar sobre temas ajenos al referendo, se marcó una de esas frases para enmarcar, minimizando la voluntad democrática de los catalanes. Rajoy subrayó que el tema de la consulta es solo "una demanda de algunos partidos, pero no de la mayoría de la sociedad catalana". Un posicionamiento rayano en la soberbia y además dudoso, pues obedece a la posición de tres cuartas partes del Parlament. Una andanada que obligó a Mas a replicarle afirmando que el dirigente popular desdeña a la ciudadanía para la que gobierna la Generalitat. "He dicho y repito que estoy dispuesto a dialogar sin condiciones previas, pero lo que hacen ustedes es imponer unas condiciones previas al 80% de la población de Catalunya que quiere votar el 9 de noviembre", lamentó el líder convergente.

Pero Rajoy sigue en sus trece. "La sociedad catalana es muy plural, y tiene muchas demandas. Pero una que les une a todos es superar la crisis y los problemas económicos de la Generalitat. En eso trabajamos y ésa es en la que coinciden la mayoría. Y luego hay una de algunos partidos políticos, sobre la cual ya se ha posicionado el Tribunal Constitucional y esta Cámara [por el Congreso]. Estoy dispuesto a hablar, pero en nada que tenga que ver con la ruptura de la unidad nacional", razonó a Duran en la sesión de control al Ejecutivo del PP.

Por su parte, Mas fue categórico al zanjar que Rajoy no le ha resuelto "nunca nada", ni en el pago de las deudas que el Estado tiene con Catalunya -en alusión a 759 millones de euros que dejó de pagar el anterior Ejecutivo de Zapatero en materia de infraestructuras- ni tampoco en el debate soberanista, acusándole de permanecer "sordo y sin imaginación". Y es que, paralelamente, en la sesión de control en el Parlament, la máxima dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, afeó al president que no acuda a Madrid a acordar medidas para la recuperación económica y la reforma de la financiación, por lo que "la pelota está en su tejado". Pero el líder de CiU insistió en que no está dispuesto a renunciar a la consulta, y que es Rajoy quien "no escucha el clamor" del pueblo catalán. Asimismo, Mas hizo una lectura positiva de la editorial del Financial Times, donde se considera que la independencia "sería un peligroso error" y se urge a Rajoy a moverse, ya que "evidencia" que "el proceso catalán está presente con gran intensidad en Europa".