Madrid - El incidente protagonizado el jueves por la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que arrolló la moto de un agente de movilidad y escapó luego del lugar tras cometer una infracción de tráfico, va camino de complicarse para la temperamental líder del PP madrileño, que además de las consecuencias derivadas del percance, ha visto cómo desde dentro y fuera de su partido le han llovido las críticas por su actitud.
Una de las más contundentes fue la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que tras asegurar que la ley es igual para todos, defendió la versión de los agentes de movilidad implicados en el incidente porque "tiene presunción de veracidad". A su llegada al Palau de la Música de Valencia donde el PP celebra una reunión intermunicipal, Botella comentó que todo seguirá el procedimiento legalmente establecido, pero no quiso valorar la actitud de la expresidenta de madrileña ni sus comentarios sobre lo ocurrido.
En parecidos términos se expresó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien recordó que "la ley es igual para todos", y, por tanto, en ese procedimiento se definirán "hechos y responsabilidades".
Mientras tanto, Esperanza Aguirre, atendió ayer a numerosos medios de comunicación dando su versión sobre lo que sucedió en la Gran Vía de Madrid e insistió en que "no, no y no" ha pensado en dimitir.
Irónica Lejos de rebajar el tono de sus comentarios, afirmó que "no" cree que en otro país un político hubiera dimitido en similares circunstancias e incluso ironizó con el hecho de que para "seis agentes de movilidad" una "sexagenaria" como ella sea "gravemente peligrosa". Pese a lo que dice el atestado policial, negó que los agentes se pusieran a la par de su coche pidiendo que parara. "Están diciendo que me he dado a la fuga mientras me ponían la multa y que he arrollado a un agente y eso es falso", apostilló.
Desde la oposición las críticas fueron unánimes hacia Aguirre, a la que acusaron de hacer gala de una actitud prepotente. También las asociaciones de conductores y víctimas de tráfico, por considerar que los políticos son los que tienen que dar ejemplo. - DNA/Efe/Europa Press