bilbao. La dirección del PP se afana en rebajar los decibelios provocados por la división interna escenificada en el partido y que ha tenido su último capítulo en el parte de baja de José María Aznar en la convención política que los populares celebrarán desde mañana en Valladolid. Ausencia justificada en un problema de agenda pero que guarda más relación con el "tomo nota" que aireó el expresidente cuando se sintió huérfano en la presentación de su libro de memorias. Para más inri, Mayor Oreja, que constaba como orador en el programa previo de intervenciones, también se ausentará con la excusa de evitar ser el "foco central" del cónclave, donde primará más la caza de un gesto que el discurso de recuperación económica o el lanzamiento de precampaña europea, donde Arias Cañete gana enteros como cabeza de cartel.

"Yo no veo el escenario tan dramático", minimizó la secretaria general, María Dolores de Cospedal, describiendo el PP como "un partido fuerte y unido". Según afirmó, "que el presidente de honor no pueda acudir a un acto del partido por problema de agenda no es una convulsión. Lo que pasa es que hay gente a la que le gusta mucho especular". Eso sí, a preguntas de los periodistas admitió que apenas se enteró horas antes que la prensa del mencionado plantón. Antes, el vicesecretario general de Organización, Carlos Floriano, reseñó que no "conviene dramatizarlo todo. No le busquemos el tercer pie al gato, que no le vemos el bigote".

Negó Cospedal además una fractura con un sector de las víctimas del terrorismo, exhortando a preguntar sobre dicha ruptura a las propias víctimas. "Este partido no ha promovido fracturas entre las víctimas; otros, sí lo han hecho", espetó, echando balones fuera y recalcando de forma tajante que "este Gobierno no ha negociado nunca con ETA". Es más, en la convención habrá un reconocimiento especial a las víctimas, si bien no se dieron detalles de quién participará alegando que cuentan con todas y que quien quiera acudir será "bienvenido". Además, el PP proclamará que ETA "ha perdido" y que no caben ni "cesiones ni chantajes" del entramado de la organización terrorista, subrayando su intención de "cortar el paso" a la interpretación de la izquierda abertzale sobre el final de la banda.