BILBAO. En el pleno de Presupuestos, aprobados en el Parlament gracias al acuerdo entre CiU y ERC, el PSC visualizó ayer la nueva situación de los diputados díscolos Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura, a los que cambió de escaño para relegarlos y sentarlos juntos en la última fila que corresponde a los socialistas catalanes, la que comparten con Ciutadans. De esta forma se hizo visible en el hemiciclo el nuevo estatus de estos tres rebeldes, después de que el partido les suspendiera de sus cargos parlamentarios por haber roto la disciplina de voto en el pleno de la semana pasada para pedir al Congreso el traspaso de la competencia para convocar un referendo. Ninguno de ellos puede intervenir en nombre del PSC, por lo que no podrán defender interpelaciones ni mociones, ni preguntar al Govern.

La corriente crítica del PSC Avancem, a la que pertenece Elena, entregó al líder socialista, Pere Navarro, una carta en protesta por la decisión de sentar en el gallinero a los críticos. En ella muestra su indignación ante esta postura porque "no representa la imagen histórica del socialismo catalán". "Desde que dejé la (escuela) primaria, de las sillas no me siento preocupado. Tenemos la suerte de tener 135 escaños, que son tan representativos unos como otros, todos están al servicio del pueblo de Catalunya", señaló Elena, quien al igual que Geli y Ventura consideró este hecho "poco relevante". La reubicación de los disidentes coincidió con la toma de posesión del nuevo diputado por Lleida, Oscar Ordeig, en sustitución del también crítico Àngel Ros, que renunció a su escaño por diferencias con la cúpula del PSC en el debate nacional y sobre la consulta. Antes de entrar en el Parlament, Ordeig reclamó unidad de acción en el PSC. "Hacer política significa hacer grupo y hacer piña, y por tanto lo que necesitamos es tener unidad para acercar los problemas de la ciudadanía en el Parlament", suscribió, añadiendo que "lo más importante es dejar de hablar de nosotros y hablar de los problemas de la gente, y estoy convencido de que lo conseguiremos".

recado del president mas Durante el debate Artur Mas aprovechó la pregunta de Navarro sobre cohesión social para ironizar sobre la crisis en las filas socialistas. "Le veo fuerte, incisivo y reclamando diálogo. Tomaré como ejemplo su manera de actuar para fomentar el diálogo. Es una buena escuela", le replicó el president, antes de que se aprobaran los Presupuestos. Las Cuentas de 2014 salieron adelante con el aval de CiU y ERC -70 votos- y el rechazo de PSC, PP, ICV, C's y CUP -60-. Son las primeras que se aprueban en dos años, ascienden a 31.862 millones de euros, y contemplan 5 millones para celebrar la consulta. CiU agradeció el apoyo de los republicanos, que esperan que estos sean "los últimos Presupuestos autonómicos" y que los siguientes sean "los correspondientes a un Estado propio".