Bilbao. Más de dos años después del cese definitivo de la actividad de ETA, y cuando parece que se dan las condiciones para afianzar una paz sin posibilidad de vuelta atrás, el lehendakari Iñigo Urkullu urgió a no dejar pasar este tren y a aprovechar lo que calificó de "oportunidad histórica". Durante su mensaje de fin de año, afirmó que "tenemos la oportunidad histórica de consolidar una paz y convivencia que nunca hemos conocido". "Es posible, hay camino por recorrer", dijo el jefe del Ejecutivo vasco en su discurso, por lo que instó a dar "pasos continuados para la convivencia en una paz sólida".

Entre dichos pasos, afirmó que "debemos dejar atrás el odio, reconocer el daño causado a las víctimas, actuar con responsabilidad y favorecer una nueva convivencia". Emplazó por ello a aprovechar la "generosidad y altura de miras de la mayoría de la sociedad vasca" y a recorrer este camino de forma conjunta. Con la decisión del Colectivo de Presos Políticos Vascos todavía resonando -su reconocimiento del daño causado y la aceptación de la legalidad vigente para la excarcelación-, todas las miradas se dirigen ahora hacia la propia ETA y su posible desarme.

Mientras, el Gobierno español sigue viéndolas venir y, sintiendo muy cerca el aliento de asociaciones de víctimas como la AVT, se ha visto superado por acontecimientos como la derogación de la doctrina Parot o el propio anuncio del EPPK. En lo que al Ejecutivo de Urkullu se refiere, muy pronto se puso manos a la obra con la creación del área de Paz y Convivencia, dirigida por Jonan Fernández. En 2014 se prevé activar el Instituto de la Memoria, presentar el segundo decreto de damnificados por abusos policiales e impulsar el programa Elkarrekin en las aulas. Asimismo, Lakua seguirá buscando apoyos entre los grupos parlamentarios a su Plan de Paz y tratará de recuperar al PSE para la Ponencia de Paz.

Nuevo estatus El discurso televisado del lehendakari también puso el foco sobre otras cuestiones que marcarán el ejercicio que acaba de comenzar. Es el caso de la ambiciosa iniciativa impulsada por el PNV el pasado 26 de diciembre, cuando registró una proposición no de ley que sustentará la ponencia de autogobierno en el Parlamento Vasco, en la que participarán todos los grupos y que tendrá como fin consensuar un nuevo estatus jurídico-político para Euskadi.

"Tenemos que avanzar en el acuerdo político", adelantó Urkullu, para asegurar que "es necesario actualizar nuestro sistema de autogobierno, eficaz garantía de bienestar durante más de tres décadas". Se trata, de nuevo, de "afrontar el futuro trabajando el presente", una idea transversal de su intervención. Explicó que "Euskadi quiere progresar y ganar su propio espacio en Europa y el mundo. Tenemos la oportunidad de abrir la puerta a un nuevo futuro político para Euskadi". Todo ello "desde el diálogo, la negociación, el acuerdo, el refrendo y el respeto a la voluntad de la sociedad vasca".

El texto registrado dice que la legitimidad para adecuar el autogobierno vasco descansa en la disposición adicional del Estatuto de Gernika sobre los derechos históricos y su actualización. La previsión es que el pleno del Parlamento apruebe esta propuesta a lo largo del mes de febrero. La ponencia se constituirá a continuación y su primer objetivo será definir su procedimiento y calendario de trabajo. El PNV ha abierto este apartado a los propios partidos para que sean los que tomen las decisiones correspondientes con el fin de consensuar lo máximo posible el método de debate y adopción de acuerdos.

Los acuerdos alcanzados -principalmente con PSE y PP, lo que ha posibilitado la aprobación de los Presupuestos de 2014- también ocuparon una parte importante de la alocución de Urkullu. Defendió que "hemos construido la base para el entendimiento y el trabajo conjunto. El proyecto compartido que necesita Euskadi y que este Gobierno siente como legado en el ejemplo de tantas personas que nos han precedido". Reivindicó para este año "la unión para la acción. El futuro de Euskadi va a requerir una sociedad fuerte y cohesionada. Todas las personas somos necesarias. Desde lo que somos, estamos abiertos a la nueva Euskadi del futuro, al país de la excelencia".

Reacciones Las palabras del lehendakari provocaron ayer diversas reacciones. Desde EH Bildu, la parlamentaria Marian Beitialarrangoitia afirmó que 2014 será "el año del derecho a decidir", por lo que le emplazó a "dar pasos de forma conjunta" para que este objetivo "sea una realidad más pronto que tarde". La portavoz del PSE Idoia Mendia acusó a Urkullu de convertirse "en un avezado constructor de castillos en el aire, tanto en las medidas anticrisis como en sus iniciativas de reforma estatutaria".

Antón Damborenea (PP) pidió que, en vez de hablar de proyectos "que separan", hable de medidas contra el paro, y el presidente del GBB, Joseba Egibar, apeló al compromiso de todos los partidos para "salir de la crisis, consolidar el escenario de paz y abordar un futuro político menos dependiente y más libre". Gorka Maneiro (UPyD) valoró por último que el discurso "no ha aportado nada" y que Urkullu "promete en materia económica lo contrario de lo que ha hecho".