el cairo. El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, afirmó ayer que las autoridades del país se enfrentarán "con firmeza al terrorismo y castigarán a esos terroristas", tras el atentado contra una sede de la policía que causó al menos trece muertos. En una rueda de prensa, Beblaui no calificó a los Hermanos Musulmanes de "grupo terrorista" a diferencia del portavoz gubernamental Sharif Shauki, que previamente sí lo hizo en unas declaraciones a la agencia estatal de noticias Mena.
Sin hacer ese tipo de valoraciones, el primer ministro dijo que el atentado es "la máxima expresión del daño a Egipto" y un "paso cualitativo en términos de terrorismo". "Este ataque es la continuación de un proceso largo de operaciones terroristas, entre ellas el intento de asesinato al ministro de Interior, las manifestaciones, la agresión a los bienes públicos y la amenaza a la seguridad de los ciudadanos", agregó Al Beblaui.
ilegalizados Además, aseguró que el estado está aplicando "con toda firmeza" las sentencias judiciales que prohíben la actividad de los Hermanos Musulmanes, que rechazan el golpe militar del pasado julio que destituyó al presidente islamista Mohamed Mursi.
En un comunicado, la cofradía que dirigía Mursi condenó ayer el atentado, que calificó de "ataque directo contra la unidad del pueblo egipcio", y pidió una investigación para que sus autores sean llevados ante la justicia.
Desde el golpe de Estado contra Mursi, han aumentado los ataques terroristas contra las fuerzas de seguridad egipcias, que comenzaron en la península del Sinaí, donde tienen sus feudos varios grupos extremistas, pero se han extendido al resto del territorio egipcio.
Las fuerzas de seguridad han lanzado campañas para detener a los terroristas en todo el país, aunque principalmente en el Sinaí, donde han sido abatidos 184 terroristas desde agosto pasado.
Según datos ofrecidos ayer por el portavoz castrense, coronel Ahmed Ali, otros 203 supuestos extremistas fueron heridos y 834 detenidos en las operaciones, en las que el ejército se incautó de gran cantidad de armas y destruyó 786 túneles ilegales que comunicaban el Sinaí con la franja palestina de Gaza.