berlín. Angela Merkel será investida el martes canciller para un tercer mandato con un sólido respaldo parlamentario, después de que la militancia socialdemócrata diese hoy luz verde de forma abrumadora a una nueva gran coalición con los conservadores.

La inédita iniciativa del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de consultar en un referendo vinculante a sus bases sobre el acuerdo de coalición que pactó en noviembre con el bloque conservador se ha saldado con un claro respaldo a la dirección del partido, casi tres meses después de las elecciones.

El SPD anunció tras un mediático recuento en Berlín que se decantó por el "sí" a la gran coalición el 75,9% de los afiliados que participaron en la consulta (un 77% de los 475.000 militantes), mientras que un 23,9% rechazaron gobernar con el bloque encabezado por Merkel.

Sigmar Gabriel, presidente del SPD, agradeció el fuerte apoyo de la militancia a la apuesta de la dirección de negociar con los conservadores y aseguró que tratará en los próximos cuatro años de ganarse a los afiliados que votaron que "no".

"Tengo que decir que hacía mucho tiempo que no me sentía tan orgulloso de ser socialdemócrata", aseguró Gabriel entre los aplausos de la dirección y los 400 voluntarios que participaron en el recuento, que jalearon y ovacionaron sus comentarios de forma cerrada casi frase por frase.

Por su parte, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel no tardó en mostrarse satisfecha por el resultado de la votación y expresó, en boca de su secretario general, Hermann Gröhe, su deseo de "poder empezar a gobernar conjuntamente con celeridad".

El resultado del referendo, que se celebró entre el 6 y el 12 de diciembre, elimina el último obstáculo en el camino de Merkel a la Cancillería y despeja todas las incertidumbres que generaba la posibilidad de que las bases del SPD rechazasen el acuerdo de gobierno.

Además, el claro respaldo de los afiliados refuerza a una dirección que había sido contestada en los últimos meses y que temía sumarse a una nueva gran coalición después de la sangría de votos que le supuso su participación en la anterior, también con Merkel, entre 2005 y 2009. El refrendo supone también todo un alivio para la dirección del partido que se lo jugaba a una carta. No en vano, se trata de la primera vez desde la II Guerra Mundial en que un partido delega en manos de sus bases, mediante un referendo vinculante, la decisión de entrar a formar un gobierno de coalición.

Está previsto que hoy mismo el SPD, la CDU y la bávara Unión Socialcristiana (CSU) den a conocer en sendas ruedas de prensa los nombres de sus miembros que obtendrán un ministerio, aunque sí parece claro que el codiciado Ministerio de Finanzas permanecerá, por exigencia personal de Merkel, en manos del cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, según las últimas filtraciones publicadas en varios medios locales. La CDU obtendría además otras cuatro carteras, entre ellas previsiblemente Interior y Defensa, aunque no todas las quinielas coinciden a este respecto; y la CSU tendría tres.

SUPERMINISTERIO PARA GABRIEL Por su parte, el SPD ocuparía seis ministerios, entre los que destacan el de Asuntos Exteriores, para el que parte como principal candidato el actual jefe del grupo parlamentario, Frank-Walter Steinmeier (que ya ocupó esta cartera en el primer Gobierno de Merkel), y el de Economía y Energía, diseñado exprofeso para Gabriel, que será además el vicecanciller del Ejecutivo.

Está previsto que mañana lunes los presidentes de los tres partidos que compondrán la gran coalición firmen en sede parlamentaria el acuerdo de coalición que negociaron durante un mes. Al día siguiente está programado el pleno de investidura en el Bundestag (Cámara baja) y poco después se celebrará la jura de los ministros ante el presidente del país, el independiente Joachim Gauck. El miércoles se espera que se celebre el primer consejo de ministros de la nueva legislatura, la tercera consecutiva de la canciller Angela Merkel y la segunda en la que estos tres partidos gobiernan en coalición (tras el paréntesis que supuso el Ejecutivo de conservadores y liberales en el cuatrienio de los años 2009 y 2012), y la tercera que gobierna Alemania desde la II Guerra Mundial

El referendo cierra el proceso que se abrió tras las elecciones parlamentarias del pasado 22 de septiembre, en las que Merkel obtuvo su mejor resultado y se quedó a las puertas de la mayoría absoluta. No obstante, la debacle de sus socios tradicionales, los liberales, que quedaron fuera del Bundestag al no alcanzar el 5% mínimo de votos, forzó a la canciller a abrir unas negociaciones contra natura.

Tras sondear en un primer acercamiento al SPD y a Los Verdes, la canciller optó por abrir negociaciones formales solo con los socialdemócratas. Conservadores y socialdemócratas sumarán dos tercios de los escaños del Bundestag y en la oposición sólo se sentarán los miembros de los partidos minoritarios: Los Verdes y La Izquierda, formada por postcomunistas y disidentes socialdemócratas.