Iruñea. No fue ninguna sorpresa. El Parlamento de Nafarroa rechazó ayer el proyecto de Presupuestos del Gobierno foral para 2014 y la comunidad deberá afrontar el segundo ejercicio presupuestario con las cuentas públicas prorrogadas. Lo habían anunciado ya los grupos de la oposición ante la resignación general del Gobierno, que consciente de su derrota ha afrontado el debate como un mero trámite institucional.

Apenas 15 minutos de intervención de la consejera de Economía y Hacienda dieron muestra ayer de la apatía con la que el Ejecutivo de UPN ha afrontado su segunda derrota presupuestaria consecutiva. Tampoco pareció especialmente preocupada la presidenta, que siguió desde su escaño las intervenciones de los portavoces de la oposición mientras jugueteaba con sus dispositivos móviles. En parte porque las diferencias ya irreconciliables entre su Ejecutivo y PSN hacía inevitable el resultado final. "Antes de conocer el proyecto de Presupuestos, ya habían dicho que no lo iban a aprobar", lamentaba Barcina minutos antes de que comenzara la sesión. Y aunque la presidenta mostró su pesar por la situación en la que queda ahora su Gobierno, quiso trasladar toda la responsabilidad a la oposición. "Habían fijado su postura antes de conocer el Presupuesto", insistió.

No fue diferente la argumentación de la responsable económica del Ejecutivo foral, que pidió a los grupos críticos que "dejen el discurso fácil" y "abandonen utopías". "Apoyen unos Presupuestos que, aunque nos gustaría que fueran diferentes, son los que podemos ofrecer con garantías a nuestros ciudadanos", reclamó sin éxito.

No hubo novedades en la exposición de la consejera, que se limitó a exponer los datos generales del Presupuesto y subrayar sus bondades en un contexto económico especialmente difícil. "Tenemos por delante un año complicado", avanzó Goicoechea, que quiso ser prudente con las previsiones económicas y que subrayó la necesidad de cumplir con las exigencias financieras fijadas desde Madrid. La consejera confirmó además que la reforma fiscal anunciada por el Gobierno queda para el próximo ejercicio, lo que en la práctica la deriva al debate electoral. "Unos Presupuestos prorrogados no son la mejor opción, debemos buscar los acuerdos y más en unos momentos tan complicados", reclamó Goicoechea sin esperanza de lograr la aprobación de un proyecto que, por otra parte, ha sido diseñado precisamente para un nuevo escenario de prórroga.

Tampoco hubo sorpresas en el argumentario de la oposición, que volvió a criticar la gestión del Ejecutivo foral y reclamar elecciones. "No siga castigando a la comunidad", reclamó el líder del PSN, Roberto Jiménez, que advirtió a Barcina que los socialistas no volverán a ser el apoyo parlamentario del Gobierno, pero que descartó forzar la caída del Gobierno mediante una moción de censura.

No hubo cambio en las posturas, como era de esperar, y el Gobierno sale del debate presupuestario de la misma forma en la que llegó. En minoría y sin apoyo parlamentario para sacar adelante ninguna nueva iniciativa. "En cualquier país civilizado, dos prórrogas consecutivas implicaría dar la palabra a los ciudadanos", destacó el portavoz de Bildu, Maiorga Ramírez. Una posibilidad que sin embargo la presidenta volvió a rechazar ayer, dando por buena la situación a la espera de que la mejora económica internacional facilite la salida de la crisis en Nafarroa y, con ella, la mejora de las perspectivas electorales.

En Gipuzkoa Por lo que respecta a los Presupuestos de Gipuzkoa, la portavoz del Gobierno foral de Bildu, Larraitz Ugarte, avanzó ayer que representantes del Ejecutivo se reunirán hoy mismo con el PNV. En la cita estará sobre la mesa la contrapropuesta que el Gobierno se comprometió a enviar ayer por la tarde al grupo juntero jeltzale. "Hemos estado viendo su propuesta y creemos que determinadas cuestiones deben ser aclaradas, sobre todo porque el PNV ya sabe que hay unos márgenes en las cuentas, que todo no es posible", señaló Ugarte.

Una vez la bancada que lidera Markel Olano remitió al Palacio Foral una propuesta en la que exigía la inclusión de un plan anticrisis por valor de 15 millones e euros (y enmiendas parciales por valor de otros 5), faltaba la respuesta del Gobierno de Martin Garitano. Una contrapropuesta que, según manifestó Ugarte, era de enviarse en la tarde de ayer.

A juicio de la portavoz foral, la reunión de hoy podría servir para "ver dónde no es posible quitar y ver cuán lejanas están de la realidad algunas propuestas". Según explicó, "debemos afinar los criterios de la lucha contra la crisis. Ahí puede haber debate. Nuestra voluntad es llegar a acuerdos y estamos trabajando en esa línea".