alberto abaitua

vitoria. El Plan de Paz y Convivencia nace sin el respaldo de la segunda fuerza parlamentaria vasca, desde donde consideran que el documento aprobado ayer por el Consejo de Gobierno discrimina "a otras violencias y a otras víctimas" que no sean las provocadas por la organización terrorista ETA.

La negativa de EH Bildu a esta iniciativa era conocida desde que se anunció la incorporación del suelo ético pactado por la mayoría parlamentaria la pasada legislatura, sin la presencia entonces de la izquierda abertzale en esta institución. Este obstáculo ha resultado insalvable hasta la fecha para sumar a la coalición soberanista, que en los últimos meses ha pasado de ofrecer una valoración con luces y sombras a censurar sin ambages el proyecto liderado por Jonan Fernández.

El suelo ético fue el argumento bajo el que el PSE abandonó la Ponencia de Paz y Convivencia al comprobar que EH Bildu no lo asumía y ahora vuelve a mantener inalterable la distancia que separa a EH Bildu de esta iniciativa del Gobierno Vasco.

El parlamentario y coportavoz de este grupo en la Cámara autonómica, Julen Arzuaga, censuró ayer el "grave desequilibrio" que, a su juicio, encierra un proyecto en relación a las diferentes víctimas a las que alude, además de que "obvia las responsabilidades de determinadas instancias y evita aludir a la necesidad de reconocimiento del daño causado". El sentimiento en la bancada abertzale es que el PNV ha optado por "plegarse" a las exigencias de PSE y PP, firmantes ambos del acuerdo de reforma fiscal propugnado por los jeltzales, para distanciarse de otras posiciones que acercarían más el consenso con EH Bildu en lo que a la consolidación de la paz y la convivencia se refiere.

Ante este escenario, fuentes de esta coalición trasladaron ayer a este periódico que si el deseo del PNV es contar con EH Bildu para recorrer este camino "deben empezar por tratarnos de igual a igual".

El carácter "abierto" que Erkoreka concedió ayer al Plan de Paz, pese a su paso por el Consejo de Gobierno, no es garantía para la coalición soberanista de que nada de lo establecido en este documento vaya a cambiar una vez que ha sido aprobado, por lo que EH Bildu se mantendrá en un plano "vigilante" desde el que observarán la aplicación que la Secretaria de Paz y Convivencia hace de esta iniciativa.

En una posición política diametralmente opuesta a la de la bancada abertzale, UPyD comparte su rechazo al Plan, aunque en este caso porque consideran que "pretende repartir culpas entre ETA y el Estado". El portavoz y único parlamentario de este fuerza en Euskadi, Gorka Maneiro, sostuvo en una nota de prensa que, "a pesar de algunas correcciones" -en alusión a la incorporación del suelo ético- el proyecto del Gabinete Urkullu "sigue impulsando la falaz teoría del conflicto político que legitima el terrorismo" y, añade, "no es lo suficientemente contundente con los representantes políticos de ETA".