La familia Cabacas pide la imputación del mando que ordenó "entrar con todo"

Reclama que Buen y Varela respondan también por diseñar el operativo policial

Carlos C. Borra

Bilbao. Un paso en la dirección correcta, pero insuficiente. Así valoraron ayer las representantes legales de la familia de Iñigo Cabacas el auto de la jueza instructora que decreta la imputación de cuatro agentes de la Ertzaintza por el fallecimiento del joven en abril de 2012 tras sufrir el impacto de una pelota de goma. Y es que las imputaciones solicitadas en julio por la acusación particular incluían a cuarenta er-tzainas que participaron en el operativo, al entonces viceconsejero de Seguridad, Miguel Buen, y al exjefe de la Policía vasca José Antonio Varela. Por este motivo, ayer interpuso en el juzgado un recurso de reforma en el que reclama, sobre todo, que se impute al mando que, desde la comisaría de Deusto, ordenó "entrar con todo lo que tenemos" en el callejón de María Díaz de Haro donde Cabacas resultó herido de muerte.

El auto de la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, con fecha del pasado día 6 y notificado a las partes dos días después, decretaba la imputación de los tres únicos agentes que, al parecer, han admitido haber disparado pelotas de goma en la noche del 5 de abril del año pasado, tras el partido disputado entre el Athletic y el Schalke 04, así como del suboficial responsable del operativo. No así del mando que, identificado como Ugarteko, y según las grabaciones de las comunicaciones internas que salieron a la luz en abril, ordenó cargar frente a la herriko de María Díaz de Haro. Ello pese a que el suboficial situado a pie de calle le comunicó reiteradamente que la situación estaba controlada. La filtración de las grabaciones provocó que ese mismo mes fueran apartados de sus funciones operativas por el Departamento de Seguridad.

"Si hay alguna actuación clara que debe ser investigada y se debe imputar es la de esta persona", afirmó ayer la abogada de la familia Jone Goirizelaia. En una comparecencia en Bilbao en la que estuvo acompañada de los padres de Iñigo Cabacas, Manu y Fina, la letrada explicó que Ugarteko "es quien da la orden de entrar, y entrar con todo es hacerlo con las escopetas, con los peloteros que dispararon la pelota de goma que mató a Iñigo Cabacas. Esto tiene relevancia penal, no es en absoluto de recibo que se deje a esta persona sin imputar".

Las pretensiones de la acusación particular con su recurso de reforma van más allá, y Gorizelaia defendió su petición de que acudieran a declarar como imputados el resto de ertzainas porque "su condición no es la de un simple testigo, sino la de una persona que ha tenido una actuación directa", ya que "estaban allí, actuaron, salieron de las furgonetas y los testigos dicen que dispararon". La abogada también recordó que se ha denegado la práctica de las pruebas relacionadas con las reuniones en las que se diseñó el operativo, lo que ha tenido como consecuencia que Miguel Buen y José Antonio Varela no hayan sido imputados. Defendió que "esa prueba se tiene que practicar porque sabemos que esas reuniones se hicieron, sabemos quiénes estuvieron en las mismas y que ahí se diseñó el operativo que tuvo el resultado que todos conocemos, y que fue la muerte de Iñigo".

La propia Jone Goirizelaia dijo esperar que la jueza resuelva su recurso de reforma para el mes que viene. Afirmó que, en caso de ser desestimado, todavía queda la opción de presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, que tendría la última palabra. De resultar fallida esta opción, "siempre existe la posibilidad de volver a plantear de nuevo las imputaciones", concluyó.

"Entrar con todo lo que tenemos es con los peloteros que dispararon la pelota de goma que mató a Iñigo Cabacas"

"Los ertzainas que estaban allí no son meros testigos, tuvieron una actuación directa"

Jone Goirizelaia

Abogada de la familia Cabacas

La madre de Iñigo Cabacas, Fina, es consolada por Irma Orozko, allegada y abogada de la familia. Foto: Z. Alkorta

Quejas por el trato de las instituciones

En la comparecencia celebrada ayer en el Colegio de Abogados de Bizkaia, los padres de Iñigo Cabacas, Manu y Fina, expresaron su desazón por el trato recibido por las instituciones. De este modo, Manu equiparó el comportamiento del actual Gobierno Vasco con el del anterior, y consideró que les tratan como si tuvieran "la peste, no nos llaman para nada". "Se queda todo en palabras, pero ni apoyo, ni ánimos, ni siquiera nos han invitado al reciente acto de homenaje a las víctimas: mi hijo es otra víctima, no murió de un catarro", denunció. Censuró a su vez a los responsables políticos por el hecho de que este caso haya caído "en el olvido". "Dicen que son amigos, líbreme Dios de los enemigos", aseveró. Fina comparó el caso de su hijo con el de la senadora de Amaiur que recibió un golpe con una porra en la cabeza por parte de un ertzaina durante una protesta por el reciente operativo policial contra Herrira. "El autor ya está identificado y apartado de sus funciones, pero si no eres conocido, si eres alguien normal, la respuesta es nada. Nos han arrancado las entrañas", lamentó.