Donostia. "Me siento libre. No solo porque pueda andar en bici sin que nadie me persiga. Porque ETA, aunque no ha desaparecido definitivamente, ha dejado de matar y eso ha dado paso a un nuevo escenario en el que todos los vascos debemos arrimar el hombro y aprovecharlo". Así habló ayer el alcalde de Irun, José Antonio Santano (PSE) en una de las intervenciones que más expectación levantó ayer.

La suya había sido causa de polémica, sobre todo en las filas de su partido, que había rechazado asistir a la cita organizada en Donostia. Él, en cambio, respondió de manera afirmativa a participar en una mesa redonda junto a sus homólogos de Errenteria, Julen Mendoza (Bildu) y Elgoibar, Alfredo Etxeberria (PNV). En apenas media hora, los tres explicaron experiencias de convivencia de sus respectivas localidades. Arrancó Etxeberria, que desgranó el trabajo desarrollado en las últimas legislaturas. "Empezamos escuchando a los familiares de cada una de las seis víctimas de Elgoibar", recordó Etxeberria, quien reconoció que "con unos fue más sencillo que con otros". Las conversaciones derivaron en 2008 en "un reconocimiento con lealtad, porque la convivencia es el respeto entre personas". Mendoza, por su parte, repasó el ciclo de cine y teatro Eraikiz que Errenteria celebró a comienzos de 2013 con el apoyo de todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento, desde Bildu hasta Ezker Anitza pasando por el PNV, el PSE y el PP. Eso se hizo con un factor fundamental, "la confianza", además de otros ingredientes también importantes: que nadie puso en duda la selección de las películas que se propuso, que todos tenían claro que la paz duradera se hacía entre todos ("no me imagino afrontar la reconciliación sin la gente del PSE o del PP. Tampoco sin tener en cuenta al sector de la izquierda abertzale") y "la importancia de realizar gestos tanto políticos como humanos".

Cerró la mesa el primer edil irunés, José Antonio Santano, que tras haber vivido once años escoltado, destacó que el Consistorio que lidera ha sido una excepción: "La izquierda abertzale no estaba presente en todas las instituciones y eso no era bueno para el país", aseguró, algo que no ocurrió en Irun: "Ha contribuido a que el diálogo y la convivencia hayan sido intensas en Irun, y a que en 2012 en un acto de homenaje a las víctimas estuvieran todas las fuerzas". Tras defender la disolución de ETA, ensalzó la "enorme generosidad" de las víctimas. "Las de ETA han sido las más numerosas, pero no las únicas", aseguró Santano, que quiso tener el mismo "recuerdo y la misma consideración para todas las demás. Las del GAL, las del BVE y otros grupos; y desde luego, las que hayan sido víctimas de prácticas no legales ni aceptables para un Estado democrático".