Gasteiz

SE denomina la Fiesta de la Democracia al día en que los ciudadanos están citados con las urnas para elegir democráticamente a sus representantes políticos. La fiesta democrática de un parlamento es el día en que se celebra el pleno de política general. Es el momento en que los gobernantes pasan su reválida ante la oposición dando cuenta de su trabajo. El Parlamento Vasco vivió ayer su fiesta democrática.

Iñigo Urkullu afrontaba ante la Cámara vasca su primer pleno de Política General desde que tomó las riendas del Ejecutivo vasco. El lehendakari, fiel a su forma de ser, ofreció un discurso sobrio, serio, realista, sin obviar las dificultades a las que se ha debido enfrentar en sus nueve meses al frente de Lehendakaritza, pero a la vez cargado de ilusión y esperanza ante un futuro que auguró más halagüeño.

El lehendakari, que vestía traje azul con corbata del mismo tono y camisa blanca, llegó a la sede del Parlamento Vasco a las 9,12 horas de la mano de su mujer Lucía Arieta-Araunabeña. Un cuarto de hora después, y en medio de los flashes de los reporteros gráficos, Urkullu comparecía dentro de la Cámara.

El cambio de fecha del debate -se celebra normalmente la última semana de septiembre- hacía prever algunas ausencias en los palcos del Parlamento, pero quienes no se perdieron la cita fueron los tres diputados generales. El primero en llegar fue el máximo responsable foral de Bizkaia, José Luis Bilbao, quien en el patio del Parlamento recibió a su homólogo alavés, Javier de Andrés. El último en llegar fue el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, a quien salió a recibir a las puertas de la Cámara la parlamentaria de EH Bildu Maribi Ugarteburu. Dentro del Parlamento, los tres -Bilbao, De Andrés y Garitano- compartieron palco con el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) Juan Luis Ibarra, el Fiscal Superior de la CAV Juan Calparsoro, y la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Madariaga.

Saludo afectuoso A la izquierda de los tres disputados generales y justo enfrente del palco de prensa se colocaron las nutridas representaciones de socialistas y jeltzales. Juntos, pero no revueltos, como el pacto que acaban de firmar ambas formaciones, lo que no impidió que la mujer del lehendakari y quien le dio el testigo en Ajuria Enea, Begoña Gil, mujer de Patxi López, se dieran dos besos e intercambiaran unos minutos de confidencias antes del inicio de la sesión.

Lucia Arieta estaba acompañada del presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar; de la secretaria del máximo órgano de dirección jeltzale, Pilar García de Salazar; de la presidenta de los nacionalistas vizcainos, Itxaso Atuxa; y del burukide Joseba Aurrekoetxea. Junto a Begoña Gil estaba, entre otros, Alfonso Gil, concejal del Ayuntamiento de Bilbao, y un par de filas más atrás el alcalde de Ermua, Carlos Totorika o el exparlamentario Óscar Rodríguez. Intercalado entre los socialistas se situó el portavoz jeltzale en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Markel Olano.

La "bancada de la paz", como la calificó un periodista, estaba compuesta por el secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, que acudió a la cita acompañado por Ain-tzane Ezenarro, quien se reconocía un tanto extraña al ver los toros desde el burladero después de tantos años fajándose desde el estrado del Parlamento, y Mónica Hernando, directora de Derechos Humanos del Gobierno vasco.

A diferencia de otras ocasiones, durante los 75 minutos que duró el discurso de Urkullu, a las puertas del Parlamento vasco apenas si hubo movimiento. Si en citas precedentes ha sido habitual ver concentraciones de protesta, especialmente de trabajadores de empresas en crisis, tal como ocurrió en el pleno de investidura cuando se vivieron momentos de tensión, ayer, apenas una docena de personas se concentró tras una pancarta exigiendo la no intervención en Siria.

Donde sí hubo más trajín fue en el hall de la primera planta, donde las radios montaron sus sets informativos. Onda Vasca realizó un amplio despliegue informativo para la cobertura del pleno.