londres. El ministro principal del Gobierno escocés y líder del SNP, Alex Salmond, proclamó ayer que Escocia "tiene recursos y talento abundantes" para ser un país independiente "de éxito", a un año del referéndum en que los escoceses decidirán sobre su futuro. Salmond se expresó así en una contundente moción parlamentaria a favor de la independencia que fue aprobada por el Legislativo de Edimburgo, donde el Partido Nacionalista Escocés (SNP) que él lidera tiene la mayoría.
La moción, que salió adelante por 66 votos a favor frente a 49 en contra, también critica la gestión desde Londres y defiende que los escoceses salen ganando cuando las decisiones que les afectan las toman sus propios diputados.
El pleno, a excepción de la oposición laborista, liberaldemócrata y conservadora, coincidió con Salmond en que "Escocia tiene recursos y talento abundantes y puede más que permitirse ser un país independiente vibrante y de éxito".
Al inaugurar el debate previo a la votación, que se prolongó dos horas, el jefe del Gobierno escocés subrayó las ventajas de abandonar el Reino Unido, cuando falta justo un año para la celebración del histórico referéndum de independencia, el 18 de septiembre de 2014. Salmond dijo que, en la evolución de la autonomía escocesa, "es de sentido común" que el próximo paso sea la independencia, con el argumento de que "la gente que vive y trabaja en Escocia es la que tomará las mejores decisiones para Escocia". "La independencia es la mejor ruta para convertirnos en un país más próspero, pero también en una sociedad más justa", aseveró el ministro principal, independentista y de centroizquierda. Salmond se mostró convencido de que, en un año, los escoceses "reclamarán esa oportunidad con ambas manos".
La portavoz laborista en el Parlamento autónomo, Johann Lamont, atacó la posición nacionalista al declarar que la única manera de conseguir una sociedad más justa es con la unión de toda la clase trabajadora del Reino Unido. Los liberaldemócratas criticaron "la incertidumbre" de los argumentos del SNP, mientras que la portavoz conservadora, Ruth Davidson, reiteró que Escocia se beneficia de estar integrada en las instituciones británicas.
el valor de poder decidir Poder decidir sobre el futuro del propio país "es algo muy valioso", insistió Salmond, al tiempo que conminó al resto de los partidos parlamentarios a llevar "con pasión pero también respeto" el debate previo a la consulta del próximo 18 de septiembre. En el plebiscito, pactado con el Gobierno británico en el acuerdo de Edimburgo del 15 de octubre de 2012, podrán participar los escoceses mayores de 16 años que tendrán que responder a una sola pregunta: "¿Debería Escocia ser un país independiente?".
A doce meses de la consulta, las últimas encuestas dan una mayoría de más del 50% a los partidarios del no, si bien la llave la tendrán los indecisos, actualmente de más del 15%.
Los independentistas aseguran que, entre la gente que sabe seguro que participará en el referéndum, la mayoría apoya el sí.
En la cuenta atrás hacia esa votación, que determinará el futuro del Reino Unido, las campañas a favor de la independencia, liderada por Salmond, y en contra, encabezada por el ministro británico para Escocia, Michael Moore, han elevado el tono para atraer al máximo de votantes. Moore achaca al líder del SNP el querer "minimizar el riesgo" de la opción independentista al proponer una Escocia que permanecería bajo la corona británica, mantendría la libra esterlina y conservaría acuerdos de seguridad social. También critica que no haya aportado detalles sobre aspectos clave del futuro Estado independiente, por ejemplo sobre defensa o la economía, entre temores de los empresarios a salir perjudicados por la secesión.
En su plan hacia la independencia, Salmond promete las primeras elecciones en 2016 y una constitución escrita que podría ilegalizar las armas nucleares.