vitoria. El lehendakari, Iñigo Urkullu, trasladó ayer un mensaje de esperanza a las sociedad vasca en relación a las diferentes voces que apuntan a un próximo desarme de ETA para sentenciar que "estamos en un tiempo en el que necesariamente tienen que suceder las cosas".
Un día después de que se conociera, tal y como publicó este periódico, que la organización terrorista está sopesando la posibilidad de realizar un gesto simbólico hacia el desarme ante, entre otros aspectos, la presión que ejerce la izquierda abertzale y la falta de movimientos por parte del Estado, el lehendakari destacó desde los micrófonos de Radio Euskadi que tras la falta de novedades que parece esconder el día a día existen pasos adelante. "Pese a que parece que no avanzamos, el tiempo es inexorable y en este momento yo creo que tenemos que echar la vista no mucho atrás, a este mismo verano, y ver cómo desde EH Bildu y no solamente la izquierda abertzale, hemos ido leyendo, escuchando planteamientos de responsables políticos de las formaciones que integran a EH Bildu haciendo emplazamientos a ETA en relación a la necesidad de desarme", relató el jefe del Ejecutivo autonómico.
Urkullu incluyó como autores de estas demandas a los dirigentes de Sortu, quienes presagiaron que en otoño podía haber movimientos relacionados con la entrega de armas por parte de los responsables de la organización terrorista.
El lehendakari destacó que la izquierda abertzale "sabe cuál es el tiempo que tiene que gestionar y sabe que para mirar al futuro es necesario que ETA termine también con su propia existencia, de la manera más ordenada posible, y es lo que nosotros también estamos planteando", añadió.
"esperanza" A pesar de que asumió que "más que expectativas" lo que realmente alberga es "esperanza e ilusión" de ver completada una nueva etapa en el camino de la normalización y la paz definitiva, el lehendakari insistió en su mensaje optimista, una lectura positiva en la que no incluyó la postura del Gobierno español. Si antes del verano Urkullu destacó que el presidente del Ejecutivo estatal, Mariano Rajoy, le tenía "en ascuas", ayer reconoció que todavía no le ha sacado de esta situación. No obstante, Urkullu insistió en que al igual que el Gobierno Vasco ha avanzado con Madrid en otras materias a lo largo de estos últimos meses, también se pueden completar nuevos pasos en aspectos como el cambio en la política penitenciaria, una demanda que el dirigente jeltzale trasladó a Rajoy en su último encuentro.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desplazado a Roma para participar en la reunión de sus homólogos europeos del G6, también se pronunció ayer sobre la posibilidad de que la organización terrorista realice un gesto hacia su desarme para declarar que en la posible entrega de armas por parte de ETA "sólo sería valido un comunicado en el que se anuncie su disolución incondicional".