Israel no ratificará el tratado que prohíbe las armas químicas, que firmó en 1993, en tanto que otros países de la región las tengan, aseguró ayer una fuente del Ministerio de Exteriores israelí. "Mientras Israel firmó la convención, otros países en Oriente Medio, incluidos los que han utilizado armas químicas recientemente o en el pasado, o los que se cree que trabajan para mejorar sus capacidades químicas, no lo hicieron de inmediato e indicaron que mantendrían su posición incluso si Israel ratificaba la convención", explicó la portavoz de la cancillería Ilana Stein. Algunos de esos Estados, recordó, "no reconocen el derecho de Israel a existir y llaman descaradamente a aniquilarlo", por lo que la amenaza química contra Israel, "no es ni teórica ni distante". Stein indicó que la amenaza no viene sólo de los Estados de la zona, sino también de "organizaciones terroristas que actúan como sus apoderados", en clara referencia a la milicia de Hizbulá. La revista 'Foreign Policy' informó del hallazgo de un supuesto documento de la CIA de 1983 que asegura que satélites espía norteamericanos detectaron un año antes una posible instalación para la producción y almacenaje de armas químicas en Dimona, sur de Israel.
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