barcelona. En plena ebullición sobreranista en Catalunya a solo tres jornadas de una Diada que se presupone histórica, el president de la Generalitat, Artur Mas, lanzó ayer un guiño a su homólogo español, Mariano Rajoy. El líder del Govern afirmó que trabaja en favor de la celebración de una consulta "acordada o tolerada" por el Estado dentro de uno de los cinco marcos legales establecidos, aunque tampoco descarta celebrar unas elecciones plebiscitarias "como último recurso" si España impide celebrar el referendum en 2014. Tras una semana de idas y vueltas en torno a la fecha de la consulta, Mas sentenció que "el Estado tiene una oportunidad para entender que, si la consulta en Catalunya, en cualquier caso, de alguna manera legal, se acabará haciendo, es mejor hacerla de una forma perfectamente civilizada y hasta acordada o como mínimo tolerada". Lo señaló en un encuentro con las bases de CDC en Bellaterra, y lo dijo en español para no ser malinterpretado. Entre dos aguas tras rebajar su apuesta soberanista -abordando antes una discreta reunión con Rajoy- y tener que satisfacer las ansias independentistas de su socio de gobierno, ERC, el president recordó que todas las vías legales dependen directamente de la autorización del Estado -existe una sexta, aunque unilateral-, excepto la de la próxima ley de consultas catalana, aún no aprobada por el Parlament. Sin embargo, también reseñó que esta última de las cinco posibles hojas de ruta legales podría quedarse en agua de borrajas si el Ejecutivo español de Rajoy lleva la convocatoria a los tribunales. "Si lo hicieron con un Estatut entero aprobado por el pueblo de Catalunya, imaginad qué podrían hacer con una ley de consultas aprobada por el Parlament", ejemplarizó. El líder del Govern tachó la celebración de unas elecciones plebiscitarias -que estarían programadas para 2016- de "instrumento legal de último recurso". Su convocatoria depende exclusivamente del jefe del Ejecutivo catalán, y tampoco descarta abrir esa vía a pesar de que "no es el mejor marco posible". "Si se nos pone contra las cuerdas y se nos niega la voz y el voto, el presidente de la Generalitat usará un instrumento legal de último recurso, que serán las elecciones en forma de consulta", aseveró.

Con el foco de la política estatal puesto en Catalunya, las reacciones a las palabras del president no se hicieron esperar. Además de las críticas habituales de Ciudadans y PSC, y la confianza que ERC mostró -en boca de Oriol Junqueras- en que la consulta se lleve a cabo en 2014, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, por ejemplo, reclamó explicaciones a Rajoy para aclarar "qué tipo de consulta ha pactado" con Mas. Desde las filas populares, por su parte, la secretaria general María Dolores de Cospedal advirtió de que sobre España "deciden todos los españoles porque en todos los españoles reside la soberanía nacional, no sólo en unos cuantos". En Euskadi, por último, la red Independentistak celebró ayer una cadena humana en apoyo a Catalunya en las cuatro capitales de Hegoalde y Hendaia.