Vitoria. A falta de menos de tres meses para cumplirse dos años desde que ETA anunciara el final de su actividad armada, el proceso de paz se encuentra estancado. La violencia, entendiéndose como tal los asesinatos o las extorsiones, ha desaparecido de las calles de Euskadi y del resto del Estado español, pero el proceso de pacificación y normalización política se encuentra en punto muerto. Las consecuencias de lo que desde la izquierda abertzale se ha calificado como "conflicto político vasco" siguen abiertas. Son cientos los presos que continúan en las cárceles, y aquellos reclusos que han dado pasos al margen del colectivo, presos encuadrados en la denominada vía Nanclares -que se han desvinculado de ETA, han reconocido el daño causado y se han comprometido a afrontar las indemnizaciones que les pusieron los jueces- se han encontrado con la cerrazón del Gobierno español y solo están accediendo a los beneficios penitenciarios a través de sentencias judiciales emitidas por la Audiencia Nacional. Los macrojuicios continúan -en octubre se celebrará el proceso sobre las herriko tabernas-, y tal como señaló hace poco el lehendakari Iñigo Urkullu, en Euskadi hay un problema de convivencia al que es preciso hincarle el diente y solucionarlo.
Quienes apostaban por una negociación directa entre ETA y los gobiernos español y francés han tendido tiempo suficiente para darse cuenta de que esta vía, por el momento, se encuentra totalmente cerrada. Tras el triunfo del PP en las elecciones generales celebradas en noviembre de 2011, un mes después del anuncio por parte de ETA, el Ejecutivo de Mariano Rajoy dejó claro que no iba a abrir ningún proceso de interlocución con la organización armada y buen ejemplo de ello es que cercenó la puerta que se abría en Oslo. Hasta la capital noruega se trasladó la considerada dirección de ETA -Josu Urrutikoetxea, Iratxe Sorzabal y David Plá-, con la esperanza de establecer un contacto directo con enviados del Ejecutivo español, contactos que no llegaron a producirse, lo que derivó, finalmente, en la expulsión por parte del Gobierno de Noruega de los miembros de ETA.
El Gobierno Rajoy asegura que no habrá ningún paso hasta la disolución de ETA y la entrega de armas. Y ETA, aunque se había especulado con la posibilidad de que realizara algún gesto, como una entrega parcial de su arsenal, sigue sin dar ni un paso en ese sentido.
¿Cuál es el fin ordenado que se debe o puede poner como broche al proceso de pacificación? DNA ha pulsado la opinión de diferentes personas -dos profesores universitarios y las hermanas de dos víctimas, una de ETA y otra del GAL- para que ofrezcan su punto de vista sobre la situación y lo que se puede o debe hacer en el futuro.
Fabián Laespada (Profesor de la Univ. de Deusto)
"La memoria del pasado debe ser el motor para el futuro"
Fabián Laespada, profesor de la Universidad de Deusto y exmiembro de la extinta Gesto por la Paz, considera que hay que analizar la situación actual del proceso desde dos planos diferentes. "Hay que desvincular el problema que ha existido, y que sigue estando ahí, el de la violencia, el terrorismo o la lucha armada -que cada cual le ponga el sustantivo que crea conveniente-, con la convivencia política y el engarce del País Vasco, Euskadi, Euskal Herria, Hego Euskal Herria -que cada uno le llame como quiera- con España", asegura.
En cuanto a la violencia, considera que más que un broche, debe haber un proceso mirando claramente a la izquierda abertzale. "Digo que hay que mirar a la izquierda abertzale porque es el sector político que en los 35 años de democracia no ha hecho una adecuación, un itinerario de pedagogía democrática. Deben entender que muchas veces puede que sus postulados no salgan adelante, pero eso no significa que deban coger las armas. Hay que mirar a la izquierda abertzale porque todavía tiene que caminar mucho. Lamentablemente, a partir del 20 de octubre de 2011 la izquierda abertzale se paralizó. Ese camino que iban a hacer de reconocimiento a las víctimas, de mirar de cara a ETA, no se ha dado, y no ha habido movimientos posteriores", señala.
En opinión de Laespada es clave ejercitar la memoria. "Aunque suene a contradicción, la memoria es clave de cara al futuro. La memoria del pasado tiene que ser el motor de la convivencia del futuro. Con un trabajo honesto de memoria, recordando lo que ha pasado, es probable que, asustados de todo lo que hemos vivido, nos demos cuenta de que el futuro tiene que construirse con un relato de memoria", considera.
Fabián Laespada matiza que otra cuestión es el engarce político de Euskadi en el Estado español. "Estamos viendo el proceso de Catalunya y nos da algunas pistas, aunque el proceso vasco es distinto al catalán. Hay que situarlo en una mesa distinta al problema de la violencia. Hay que abordarlo claramente desde la política y seguro que los partidos sabrán leer qué es lo que los ciudadanos están demandando. En época de crisis igual no es una prioridad, así lo pienso yo personalmente, pero todo ello implica mucho debate. Soy partidario de informar, debatir, debatir mucho, y por último hay que tener en cuenta lo que somos los vascos, un país muy pequeñito en Europa".
Con respecto a la situación de los presos, Fabián Laespada se muestra favorable de la vía Nanclares. "Parece que la magistratura está valorando los pasos dados por estos presos. Son personas que ellos sí que han hecho un proceso que facilitaría las cosas de cara a la visión social que tenemos los vascos. No hay que olvidar que han cometido delitos gravísimos y no se puede hacer borrón y cuenta nueva, pero no por ello tienen que ser conculcados sus derechos. Prefiero que un preso, aun habiendo cometido actos horribles, cumpla 18 años, pero salga de la cárcel arrepentido de lo que ha hecho porque se ha producido un proceso vital, a otro que está treinta años en prisión, pero sale con las mismas ideas, sin ningún atisbo de arrepentimiento del daño causado. El Gobierno se tendría que dar cuenta de ello por mucho que las víctimas estén azuzando desde atrás, aunque en esto también hay que ser serios. No son todas las víctimas, son un grupo que puede ser influyente, pero no representa a la totalidad de las víctimas puesto que hay muchas que están calladas o les parece que el proceso es razonable".
Otro de los aspectos que Laespada considera que se debería modificar es la política de dispersión que mantiene el Ejecutivo de Mariano Rajoy. "Está claro que el Gobierno podría dar pasos sobre el tema del acercamiento de presos, que no solamente es algo que cumple con la legalidad, sino que, además, es deseable y humano", apostilla.
Txema Ramírez de la Piscina (Profesor de la UPV/EHU)
"La clave es la unilateralidad con que se inició este proceso"
El también profesor universitario, en este caso de la UPV/EHU, Txema Ramírez de la Piscina, considera que lo primero que se debe hacer es un análisis de la situación actual a punto de cumplirse dos años desde el anuncio de ETA. "Hay que partir de un diagnóstico que es conocido. Partimos de una situación de bloqueo que parte fundamentalmente de la actitud obstruccionista del Gobierno del PP. Hace dos años nadie se imaginaría que íbamos a estar en la situación actual, con los presos dispersados, con Arnaldo Otegi en prisión y sin que se hayan dado pasos. Una hipotética vuelta a un escenario anterior, que yo lo veo imposible, beneficiaría al Partido Popular", asegura.
Ramírez de la Piscina continúa analizando las claves para que este proceso esté en un situación de bloqueo. "Está claro que el PP hubiera preferido la victoria militar. ETA tampoco imaginaba que su fin se produciría como fue, forzado en gran medida por la corriente de Otegi dentro de la izquierda aber-tzale. Paradójicamente, el PP tampoco se podía imaginar que el independentismo iba a estar en uno de sus momentos más álgidos".
A juicio de Ramírez de la Piscina, una de las claves para superar esta situación es la unilateralidad. "Una de las claves es la unilateralidad con que se impulsó todo este proceso desde la izquierda abertzale. Y ahí radica un elemento esencial para darle la vuelta a esta situación. El PP está a gusto en los parámetros actuales, actuando como en el caso Bárcenas. Opta por el tancredismo, cree que si mira hacia otro lado los problemas desaparecen. Por ello, la fórmula debe ser aunar voluntades en torno a grandes acuerdos. La mayoría de la sociedad vasca está por el fin de la dispersión, por el acercamiento de presos y también porque a la cuestión de las víctimas se dé una solución que sea imaginativa y abarque a todas las víctimas. Aunar voluntades va a significar que todo el mundo dé pasos. PNV e izquierda abertzale deben dejar de mirarse tanto al ombligo, dejar de competir por una hegemonía nacionalista, y empezar a pensar más en clave de país. Si así lo hacen, se podrán dar avances mucho más efectivos. Sería importante que el PSOE recuperara el espíritu de Loiola y aúne también su voluntad. Quizá se obligaría de este modo a que el PP crea que también se debe mover", señala
Otro hecho que a juicio de este profesor universitario ayudaría a desbloquear la situación sería un paso más por parte de ETA. "Quizá sería también bueno que ETA optara por su desmantelamiento. Quizá sea otro de los pasos que deba dar de una forma unilateral. Quizá también eso deba ocurrir. Insisto, en mi opinión la unilateralidad es el pivote donde se debe radicar el cambio en un escenario político como el actual que está trayendo frustración a todos los niveles".
Ramírez de la Piscina insiste en asegurar que gran parte de la responsabilidad de la actual situación corresponde al Gobierno español. "Actúa bajo un parámetro: si me olvido del problema parece que este no existe. Hay que hacerle cambiar, pero eso solo se consigue si el PNV y la izquierda abertzale miran más en clave de país y piensan en cuáles son los intereses generales de la ciudadanía", afirma.
Consuelo Ordóñez (Hermana de Gregorio Ordóñez)
"Quedan 400 asesinatos sin resolver, y eso es muy grave"
Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP Gregorio Ordóñez asesinado por ETA y presidenta de Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco) asegura que ellos tienen muy claro cómo debe ser el final de ETA y del periodo de violencia en Euskadi. "Estamos en un momento complicado porque es cuando se está gestionando ese supuesto final de ETA. ¿Cómo debe ser ese final? Con los presupuestos que siempre hemos reivindicado las víctimas: un final con memoria, con verdad y con justicia. Hay un trabajo inmenso pendiente por hacer. El relato de la memoria la están queriendo hacer los que asesinaron a nuestros familiares, para blanquear su historia. Nadie sabe nada de las víctimas", señala.
A juicio de Ordóñez el carpetazo final a lo sucedido en las últimas cinco décadas en Euskadi no se podrá dar sin aclarar los sumarios que siguen abiertos en la Audiencia Nacional. "Hay más de 400 asesinatos que están sin resolver y eso es una cosa muy grave. Ha habido una dejación por parte del Estado de Derecho, y los que estamos haciendo toda la labor de documentación somos las asociaciones de víctimas. Desde de 1978 hasta ahora hay 326 asesinatos sin resolver, pero de antes de 1978 hay otras 73 víctimas mortales. Probablemente la mayoría de estas 73 víctimas fueron causadas por ETA, pero hay otras que corresponden a acciones de grupos terroristas de extrema derecha. Todos están por contar y siguen pendientes de la acción de la justicia. No puede haber una verdadera paz sin justicia", asegura Ordóñez, quien asegura que el Gobierno Vasco de Patxi López se gastó más de 13 millones de euros en tres años y medio en políticas de paz, convivencia y reconciliación, "pero no se ha destinado ni un solo euro de aquellos millones a documentar la historia de los más de 800 asesinatos que ha habido en este país".
Con respecto a la situación de los presos, los beneficios penitenciarios y en especial a los reclusos acogidos a la vía Nanclares, Consuelo Ordóñez considera que existe un problema. "Los políticos que han impulsado esta vía tienen un gran desconocimiento. No estamos en contra de la reinserción, pero no debemos olvidar que no es el único fin de la pena. Uno de los elementos de la pena es el cumplimiento, que se haga justicia. Pero vayamos a la reinserción. Uno de los parámetros es el de colaborar a que se haga justicia. No vale solo con decir que me arrepiento de lo hecho. No hay mejor prueba de arrepentimiento que el que se haga cumplir con la colaboración. Cuando me entrevisté con Valentín Lasarte le hice más de cuarenta preguntas que no quiso contestarme. Después de todos los años que han pasado, aún no sé quién es el autor intelectual de la muerte de mi hermano, o de Morcillo o de Enrique Nieto. Lasarte tiene que saber quién es el que les ordenó todos estos asesinatos, pero se niega a colaborar con la justicia para esclarecerlos. Arrepentimiento sí, pero colaboración con la justicia, también", zanja.
Pili Zabala (Hermana de Joxi Zabala)
"La situación actual requiere que se dé un cambio de rumbo"
Pili Zabala Artano, hermana de Joxi Zabala, quien junto con Josean Lasa fue secuestrado por los GAL, asesinado y enterrado en cal viva, asegura que la situación actual requiere un cambio de dirección, rumbo u estrategia. En primer lugar considera que a los partidos "les une conseguir un objetivo común: la paz, convivencia y armonía entre los ciudadanos. Por tanto, deben ser conscientes que para conseguir unos mínimos comunes compartidos tendrán que tener paciencia, escuchar realidades diferentes y, a veces, flexibilizar sus posturas".
A su juicio, "se deben desterrar viejos esquemas de desconfianza hacia lo diferente, y muchas veces desconocido, y abogar por el uso de nuevos modelos de pensamiento positivo con el uso de un lenguaje común más apropiado para lograr una sociedad más armónica". Otra de las claves, a su entender, se refiere a la necesidad de reprobar toda vulneración de Derechos Humanos y "reconocer por medio de la investigación sin obstáculos y con transparencia la verdad de nuestra historia reciente -secuestros, desapariciones, asesinatos, atentados, extorsiones, etc.-".
Pili Zabala considera también que es prioritario un cambio de las actuales leyes y pone como ejemplo la situación de Julen Elgorriga y el exgeneral de la Guardia Civil Rodríguez Galindo. "Considero clave una reforma del Código Penal para no permitir que se den agravios comparativos tales como que Julen Elgorriaga y Rodríguez Galindo, condenados a mas de 75 años de cárcel, estén en la calle alegando supuestos problemas de salud cuando sabemos que disfrutan de unas pensiones millonarias pagadas con dinero público y sus supuestos problemas de salud son compatibles con la vida en prisión. Todos estos hechos dejan ver que el Estado se ha reído de los vascos constantemente y yo creo que nuestra familia ha sido injustamente maltratada por el momento histórico que nos ha tocado vivir", asegura
Por último, a entender de Pili Zabala lo importante es sentarse a hablar: "Es clave utilizar un tipo de lenguaje en el que todos nos sintamos cómodos. Cuando hablamos de este proceso de paz, en genera tendemos a hablar mal del que piensa diferente. Hay que empezar a autoexplorarnos y reconocer que todos tenemos fallos. Hay que ver al de enfrente como un ser humano que piensa diferente y con el que tienes que comunicarte".