Pamplona. Patxi Zabaleta mantiene que el proceso de paz no puede estar a expensas de las decisiones del Gobierno español. Por eso cree que lo mejor sería que ETA siguiera dando pasos de una manera unilateral, comenzado por el desarme.
En octubre se cumplirán dos años del cese de la actividad de ETA. ¿Cómo está el proceso de paz?
La decisión de ETA sigue siendo un hecho esencial. Quedan una serie de cuestiones como son acabar con los arsenales, que lo lógico hubiera sido entregarlas a las autoridades, pero está claro que el Gobierno español no tiene intención de colaborar en nada. El cese unilateral fue un acierto porque legitimó cualquier postura para hacer política en el futuro. También queda por solucionar el tema de los presos y por último convalidar la convivencia, que debe ser sin vencedores ni vencidos.
¿A qué se debe el inmovilismo de Rajoy en este proceso?
Tiene más de una base, y una de ellas es la doctrina de Mayor Oreja de aprovecharse de la existencia de la violencia con fines políticos. Otra razón es la debilidad del Gobierno ante la propia derecha del PP. Es un grupo muy activo en los medios de comunicación que pone freno a la actividad del Gobierno. Y en tercer lugar, la situación para la derecha española es de querer recoger frutos políticos y mira al futuro con una actitud poco democrática.
Ha aparecido en prensa una directriz de ETA en la que impide a sus presos pedir perdón. ¿Deben dar ese paso y pedir perdón?
La autocrítica es necesaria siempre, y también en este ámbito. El pedir perdón es una actitud personal y transjurídica y por lo tanto hay que dejarlo abierto, pero nunca se puede poner como condición.
¿Y la izquierda abertzale en su conjunto ha hecho el recorrido de asumir los errores y pedir perdón?
Algunos de los que siempre hemos estado en la izquierda abertzale hemos hecho esa autocrítica y en segundo término hemos pedido no solo perdón, sino que hemos extendido la solidaridad a todos las víctimas. He repetido en infinidad de ocasiones que José Javier Múgica, al que mató ETA en Leitza, es una víctima, al igual que es una víctima Mikel Zabalza. En el momento que se llegue a decir que unos y otros son víctimas y que todas las personas son iguales, estaremos sentado las bases de una reconciliación como un futuro de paz entre iguales. Me inquieta la actitud del PP, pero me inquieta tanto o más la actitud de gente del PSOE como Rodolfo Ares, que asegura que no se pueden equiparar las víctimas.
¿Entiende la postura de los reclusos acogidos a la 'vía Nanclares', y la actitud de Rajoy con estos presos?
No entiendo ni puedo entender la postura del Gobierno español. Me parece de una cizaña absolutamente incompresible, aunque tiene una explicación objetiva. Como el Gobierno solo puede dar medidas jurídicamente válidas, lo que dé para los presos acogidos en la vía Nanclares debe darlo al resto de presos y por lo tanto, el grupo de Nanclares, al que conozco y respeto, tiene el papel de precursor. Y deben saber que siempre son superados por los siguientes. Las medidas individuales y con una solución global tendrán que venir. Las medidas deben ser individuales, por supuesto; sin ningún tipo de amnesia, por supuesto; con reconocimiento del daño causado, por supuesto; pero tienen que acabar en una solución global.
En últimos meses se había especulado con un gesto de desarme por parte de ETA, ¿por qué no se ha dado ese paso?
Pues no lo sé. Así como digo que el cese unilateral de su actividad fue un acierto, la destrucción, anulación o entrega de los arsenales también deber una decisión política y de carácter unilateral. Hace tiempo que yo escribí un artículo animando a dar ese paso con un planteamiento claro: convertir a ETA en una organización civil. Este paso tendría tres sentidos. Por un lado se volvería al origen, puesto que antes de que ETA se convirtiera en una organización armada fue una organización política. Segundo, como organización civil englobaría a las personas que están presas o huidas. Y hay un tercer argumento, después de convertirse en una organización civil, y cuando acaben los vestigios de la actividad mantenida, será entonces cuando se hablará o no de la disolución.
¿Es ese el último paso, la disolución?
Los pasos son sencillos: primero un desarme y después convertirse en una organización civil. ¿Hasta cuándo? Hasta que no queden presos. No tiene sentido que haya un preso condenado por pertenecer a ETA y que no exista ETA. Repito, en primer lugar debe haber un desarme ya, y después convertirse en organización civil. Siendo una organización civil se abordaría todas esas cosas que se le exige: autocrítica, reparación, memoria, pedir perdón. Todo eso no se puede hacer si se disuelve.
¿Cómo debe ser el desarme?
Con la entrega de los datos necesarios sobre los arsenales a los intermediarios internacionales. Ahí están y punto. Y que luego el Gobierno haga lo que crea oportuno.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, conminó a la entrega de armas ante las autoridades vascas.
Yo creo que Ortuzar no está asumiendo las responsabilidades que eso entrañaría. En este sentido es mucho más acertada la recomendación del Foro Social. La de Ortuzar es muy voluntariosa, pero no es acertada porque no es prudente.
Sin embargo, parece que la Comisión de Verificación amenaza con dejarlo si no hay pasos inmediatos.
Por eso creo que hay que dar un paso: el desarme. Eso dejaría sin excusas al Gobierno español. Le pido a la organización que dé ese paso de la manera más clara y más sencilla, de una forma unilateral.
El Gobierno español sin embargo solo piensa en la detención de Josu Urrutikoetxea.
Habría que decir que España ha dado por desarticulada a la dirección de ETA en decenas de ocasiones. Sería un eslabón más, como la lista de reyes godos.
Hay quien sostiene que dentro del PP hay gente que considera que ha llegado el momento de hincarle el diente a este proceso.
A veces hablamos del PP como si fuese una unidad monolítica. Y es cierto que hay mucha gente del PP que tiene la voluntad y el deseo de hacer cosas positivas en esta materia. Los frenos del PP como conjunto son, primero, la extrema derecha, de la que en muchos casos es rehén. Además, muchas veces hacen el cálculo político de lo que les costaría dar pasos en esta materia y se equivocan. El PP, si fuera valiente en la pacificación y en el reconocimiento de Euskal Herria, sería, tras un primer momento de zozobra, reconocido por la inmensa mayoría de la sociedad española.
¿Qué va a pasar con la decisión de Estrasburgo ante la 'doctrina Parot'?
La decisión de Estrasburgo va a ser clave para el problema vasco, para España y para Europa. Las presiones que están habiendo sobre el Tribunal de Estrasburgo son bestiales. Si ahora el Tribunal de Estrasburgo no ratifica la sentencia de la sección, no estaría a la altura de las circunstancias y cometería un grave error para la Europa del futuro, que tiene que ser la de los Derechos Humanos, y la doctrina Parot va contra los Derechos Humanos, además de ser una bestialidad jurídica.
En octubre comenzará el macrojuicio contra Batasuna por el caso de las herriko tabernas.
Es una barbaridad que sigan los macrojuicios. Lamentablemente no hay un movimiento para evitarlos y hago un llamamiento a partidos como el PSOE o el PNV para que se pronuncien directamente contra los macrojuicios. Es algo que también lo recomienda el Foro Social.
Ha hablado muchas veces del Foro Social, ¿la respuesta de los partidos integrados en EH Bildu ha sido unánime o hay divergencias?
Ha habido respuesta de los partidos, más que una respuesta conjunta. La única diferencia es en cuento a los tiempos, modos y dinámicas de aplicación. Nadie ha hablado en contra de las recomendaciones. Personalmente considero que en esas recomendaciones está la hoja de ruta más acertada. Insisto, las discrepancias pueden estar en cuanto a los tiempos y las dinámicas. A veces una línea no es satisfactoria al cien por cien y ocurren esas cosas. Mi opinión es que es el punto de arranque y la hoja de ruta más completa que existe ahora sobre la mesa.
¿Qué le parece la Ponencia de Paz del Parlamento Vasco, en la que está EH Bildu? ¿Aralar se rompió como grupo parlamentario y ahora están en ella?
El requisito que Aralar puso era que fuera una ponencia abierta sin exclusiones y ese requisito era indispensable antes, como lo es ahora. Se debía haber tomado en consideración antes, como debe ser tomado ahora. La diferencia ahora es que el PP, al ver que otros están dentro se ha salido, pero al PP no se le debe excluir como tampoco a UPyD, ni a nadie. El mensaje de Aralar ha sido siempre sin exclusiones, si se hace algo, se hará porque es sin exclusiones. Estoy seguro y convencido de las razones que tuvo Aralar entonces, como de las que tiene ahora.
¿No fue un sufrimiento añadido para Aralar viendo la situación actual?
Una comisión parlamentaria si quiere ser digna tiene que ser sin excepciones y en esa indignidad cayó también el PNV. Y de hecho, le han dado cargos políticos a los disidentes de Aralar, con lo que también nos han demostrado que teníamos toda la razón. Era cuestión de absolutos principios.
¿Y qué piensa ahora cuando Aintzane Ezenarro va a tener un papel en la Secretaría General de Paz?
Me parece muy bien. Es un cargo político. Hay quien le ha dado esa confianza política y ahí no puedo entrar, pero ratifica mi opinión. Hay unas cuestiones en la política en la que no se puede estar al margen de los principios, y el de 'sin exclusiones' era una cuestión de principios. Es una cuestión de principios y algunos llevamos años recibiendo palos por defender nuestros principios. Estuve en la pancarta cuando mataron a José Javier Múgica y he estado en la pancarta cuando han matado a otras personas.
¿Qué valoración hace de las críticas que se está recibiendo Jonan Fernández?
Yo no estoy de acuerdo con los posicionamientos que han hecho tanto él como Urkullu en la necesidad de que confluyan las cuatro grandes sensibilidades. Primero porque no son cuatro. Izquierda Plural no está hoy, pero estará pasado mañana. Además, es darle un derecho de veto al PP. Es algo así como decir: mientras no esté el PP no se puede avanzar. Hay que abrir la puerta al PP y a todo el mundo. La puerta está abierta y cuando quieran entrarán. Jonan Fernández debería estar todo el rato utilizando el eslogan: adelante hacia la normalización y la paz sin exclusiones. Es un eslogan que le regalo.
¿No ve una mayor implicación en el proceso de paz en el actual Parlamento Vasco?
Hay voluntad y eso se está viendo en las personas. Mucho más difícil es hablar de este tema en Navarra.