Educación? tributaria
La recaudación fiscal ha crecido en la primera mitad del año en la CAV, aunque no en todos sus territorios. Bizkaia ha recaudado un 3,3% más que el año pasado en el mismo periodo. Pero ha descendido en Álava y Gipuzkoa, un 1% y un 1'2%, respectivamente. Pero no voy a especular acerca de esas diferencias, porque no sé a qué obedecen. Además, bien podría ocurrir que en el segundo semestre las cosas cambien. Vaya usted a saber.
Pero me interesa el dato en sí, porque a Gipuzkoa o, mejor dicho, a sus gobernantes, por lo que parece, no le salen las cuentas. Quieren más. Y para muestra, un botón: cuando estaba en la oposición, la izquierda patriótica siempre se opuso a los peajes, pero ahora ya no. Al diputado general no le parece que los peajes no sean progresistas porque también la realidad se empecina en no serlo y ella manda. Es de justicia reconocer que es un verdadero incordio que la realidad se oponga a nuestros designios, y que resulte ser menos progresista de lo que uno había supuesto. Y es que ni poniendo en el empeño toda la "voluntad política" habida y por haber hay quien tuerza la realidad. ¡No hay forma!
Sea como fuere, el caso es que no salen las cuentas y, ante tamaña contrariedad, es menester sobreponerse y buscar pasta donde sea o, mejor dicho, donde la haya. Y cosa sabida es que, haberla, la hay en los bolsillos de unos cuantos guipuzcoanos. Pero a la gente, como es natural, no le hace gracia eso de que escarben en sus bolsillos, así que, ni cortos ni perezosos, los responsables forales de Gipuzkoa han ideado la forma de superar el escollo: se llama "Dirección de Servicios y Educación Tributaria"; así, como suena. En otras palabras, Bildu se propone educar a la ciudadanía para que contribuya de buen grado al bien común. Se ve que hasta ahora no lo ha hecho con el debido entusiasmo.
La oficina de prensa digital de la Diputación dice, sobre este nuevo puesto, que "plantea concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del sistema tributario." Y también que: "De esta manera también se quieren poner nuevos límites al fraude. [?] Será el órgano de contacto con la ciudadanía, que desarrollará servicios de información, de participación ciudadana y de educación cívico tributaria".
¡Qué quieren que les diga! El vocabulario de la nota, tomado en conjunto, resulta un tanto inquietante. Porque eso de que el poder "conciencie", que se refiera a la "participación ciudadana" tras aludir a "los servicios de información", y que remate la frase con la "educación cívico-tributaria" desasosiega o, si lo prefieren más claro, acojona; las cosas como son. Y es que no es fácil quitar de la cabeza la afición que le tiene la extrema izquierda a la "educación" o, para el caso, a la "reeducación", "sutil" procedimiento al que históricamente ha recurrido cuando la realidad no se acomodaba a sus pretensiones. A más de un guipuzcoano le va a tocar -me temo- hacer "autocrítica".
Y el caso es que este no es el primer asunto en el que la vanguardia no renuncia a su papel histórico, porque con lo del puerta a puerta ya lo ha dejado claro algún alcalde: no hay que hacer caso de lo que quiera la gente, porque el pueblo no tiene por qué saber qué le conviene y qué no. Con el tiempo, acabarán viendo la luz. Y es que no hay nada como la "educación".
Un tal Pérez
JUan Ignacio Pérez