El PP de la CAV vive sumido en una fuerte marejada interna tras filtrarse los papeles del extesorero que extienden las supuestas irregularidades a la formación en Euskadi en pleno relevo de liderazgo

Raquel Ugarriza

vitoria. La burbuja del caso Bárcenas le ha estallado a Arantza Quiroga en la cara apenas dos meses después de tomar las riendas del Partido Popular de la CAV tras la inusitada marcha de Antonio Basagoiti. En su puesta de largo en Madrid hace un mes y con el mismísimo Mariano Rajoy sentado a su diestra, reclamó transparencia a su partido y tachó de "vomitivo" el caso Bárcenas. Esta inicial posición de firmeza se ha tornado en estupor tras la declaración del extesorero ante el juez Pablo Ruz, en la que afirmó, y lo apoyó con una extensa documentación, que el PP pagó parte de su sede en Bilbao con donaciones ilegales de empresarios efectuadas entre los años 1999 y 2005.

Toda una carga de profundidad, teniendo en cuenta que ni la actual dirección del PP de la CAV ni presumiblemente la anterior liderada por Basagoiti habrían estado al corriente de dichas irregularidades en caso de ser ciertas. Presidían el partido por aquellos años Carlos Iturgaiz y María San Gil, ambos bastante alejados de los actuales líderes del partido, pese a que el primero sigue siendo europarlamentario popular. Tras trascender los documentos relacionados con la formación en Euskadi -entregados por Bárcenas a la Audiencia Nacional el pasado día 15-, la formación que dirige Quiroga desmintió de inmediato tales irregularidades y anunció su intención de cotejar las cuentas con sus predecesores. La mención de Quiroga a Iturgaiz y San Gil ha sido interpretada por la vieja guardia del partido como un intento de focalizar la sospecha en aquellos dirigentes, lo que ha encendido los ánimos de estos sectores. La ausencia de Carlos Iturgaiz el pasado miércoles en la Junta Directiva del PP de la CAV convocada para rendir cuentas sobre la gestión de esta crisis por parte de Quiroga deja bien a las claras que las aguas en el río popular bajan revueltas.

'sede Vizcaya' Los papeles de Bárcenas que relacionan las prácticas irregulares con la formación en Euskadi demuestran, de partida, que el extesorero se ha dedicado a acumular durante muchos años documentos eventualmente comprometedores. Varios medios se han hecho eco de un dossier titulado Bilbao y compuesto por más de 150 documentos. Entre ellos, fotocopias de recibos bancarios de varias entidades de ahorros, cartas, facturas e incluso presupuestos como el de las obras de la sede de la formación en Bilbao tras su adquisición.

Quizá el documento más comprometedor, por su detalle, es el integrado por dos folios de contabilidad realizada a mano por Bárcenas, en los que el extesorero pormenoriza la entrada y salida de dinero entre el 11 de noviembre de 1999 y el 16 de noviembre de 2005, todo ello bajo el epígrafe de Sede Vizcaya. En él, el preso preventivo en Soto del Real anotó las entradas de dinero que, según confesó al juez, procedían del PP de la CAV -con origen en supuestas comisiones ilegales-, y las salidas de cantidades aproximadas, aunque no semejantes, que se giraban a la sede de Bilbao a través de transferencia bancaria. En palabras de Bárcenas, llegaba a Génova dinero negro de Euskadi y volvía blanqueado. En términos generales, ese supuesto dinero ilegal que entraba en la sede de Madrid estaba identificado en las notas del extesorero bajo el término de "entrega" y el que salía, como "transferencia País Vasco". En total, entre 1999 y 2005 los papeles de Bárcenas consignan que el PP habría recibido casi un millón de euros (954.640 euros) de la formación en Euskadi en concepto de donaciones ilegales, aunque en ningún momento se identifica a las supuestas empresas aportantes. Estas cantidades fluctuaban entre los 2.000 y los 12.000 euros mensuales.

De esta cantidad, Bárcenas habría devuelto al PP de la CAV algo menos, 831.857 euros. Así que nada se sabe de los 120.000 euros de diferencia entre lo que entraba y salía, si es cierta la maquinaria de lavado de dinero que ahora confiesa Bárcenas.

de vuelta Otro bloque de documentos que ya se examinan en la Audiencia Nacional hace referencia precisamente a ese dinero, ya legal, que volvía a las sedes del PP del País Vasco. Para ello, el único imputado por el momento en este caso ha adjuntado al dossier una serie de recibos bancarios y de cartas destinadas a las entidades bancarias que demostrarían que el PP hacía transferencias mensuales a su formación en Euskadi, un extremo ya confirmado por los populares vascos, quienes aseguran que las escasas dimensiones de la formación hacían imprescindible dichas transferencias para su mantenimiento diario y para las campañas electorales. Pero Bárcenas aporta documentos que demostrarían que gran parte de ese dinero tenía una finalidad concreta: el pago de la hipoteca generada por la compra de la sede central del PP de la CAV en la Gran Vía bilbaína. De hecho, las facturas aportadas no dejan lugar a dudas: "a cuenta del Partido Popular del País Vasco para amortización del préstamo", "para amortización de hipoteca", "trans. directamente para hipoteca", rezan muchos de esos apuntes y facturas.

En total, los papeles apuntan que se destinaron al menos 480.000 euros en transferencias a la formación que ahora dirige Quiroga para el abono de la hipoteca. Bárcenas sostiene que era dinero negro. Consistían en amortizaciones anticipadas de varias cantidades, muchas de ellas con la suma de 12.000 euros, que se abonaban en efectivo en sucursales madrileñas del Banco Popular.

contabilidad oficial La primera reacción de los populares vascos fue negar que Génova haya pagado parte de la sede -que costó 1,3 millones de euros y se acabó de amortizar en 2011- pero finalmente han reconocido que se hicieron pagos "puntuales" y que para ellos se trataba de dinero legal. De hecho, dichas amortizaciones que aparecen en los papeles entregados por Bárcenas al juez están también consignadas en la contabilidad oficial del PP de la CAV, colgada en su web esta misma semana.

Tanto los dirigentes actuales como Carlos Iturgaiz han negado cualquier tipo de irregularidad en el proceder de la formación.

Rajoy, entre Basagoiti y Quiroga, el año pasado, en tiempos más felices para el PP, cuando el 'caso Bárcenas' aún parecía bajo control. Foto: efe

las claves

l Comparecencia ante el juez. Durante su declaración ante el juez el pasado día 15, Bárcenas aportó numerosa documentación sobre el PP de la CAV.

l Comisiones ilegales. Incluyó dos folios con contabilidad manuscrita por el propio Bárcenas entre 1999 y 2005. En ella se consignaban entradas de dinero que el extesorero dijo que procedía de los populares vascos, y cuyo origen estaría en las donaciones ilegales de empresas. Suma casi un millón de euros.

l Blanqueo de dinero. En el apartado de salidas, Bárcenas apuntó las transferencias realizadas a la sede de Bilbao. En la operación, el dinero negro volvía blanqueado a Euskadi.

l Sede de Bilbao. Gran parte de esas transferencias estaría destinada a amortizaciones anticipadas de la hipoteca: alrededor de 480.000 euros de los 1,3 millones que costó la sede.