madrid. La posibilidad de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparezca en el Congreso por el caso Bárcenas como ha reclamado la oposición y desactive así la moción de censura anunciada por el PSOE sigue en el aire, a la espera de lo que decida el miércoles la Diputación Permanente de la Cámara Baja. Rajoy, no obstante, afronta hoy su segunda comparecencia pública ante la prensa en dos semanas desde que se publicaran las nuevas revelaciones sobre el 'caso Bárcenas', en la que se podría despejar la incógnita.
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó que serían los grupos en la Diputación Permanente los que decidirían si Rajoy comparece o no, lo que significa que la decisión depende de la mayoría parlamentaria del Partido Popular. Hasta el momento, el PP ha rechazado, una por una, todas las peticiones de la oposición para que Rajoy dé explicaciones sobre el caso Bárcenas, aunque la moción de censura anunciada por el PSOE si finalmente el presidente no acude al Congreso ha cambiado el escenario.
Esta pendiente también la habitual rueda de prensa del jefe del Ejecutivo para hacer balance del curso político, pero como indicaba ayer el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, Rajoy "comparecerá cuando lo considere oportuno y en la forma que crea oportuna para dirigirse a la nación y tranquilizar a la opinión pública".
Sin embargo, según el PSOE, sólo una comparecencia del presidente en un pleno extraordinario del Congreso serviría para que la moción de censura se quedara en nada, porque tampoco les vale una sesión de control en la que Rajoy se someta simplemente a las tres preguntas que le hace la oposición.
El líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, sigue defendiendo que las noticias del caso Bárcenas "hacen imposible que Rajoy continúe como presidente" y quiere "decirle en el Parlamento las razones por las que debe marcharse". En una entrevista publicada ayer por el diario El País, el líder socialista sostenía que el presidente "no podrá gobernar sin explicar el caso Bárcenas en el Congreso.
Ante esta situación, el mensaje de Rajoy sigue siendo el mismo y el viernes recordó que son las urnas en unas elecciones democráticas las que dan legitimidad a los gobiernos. El jefe del Ejecutivo zanja así las peticiones de dimisión que caen sobre él: "Va a cumplir su mandato" y "como no hay necesidad de sustitución no vamos a hablar de sustitutos", decía la vicepresidenta.
En respuesta a Rajoy, el líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, avisaba al presidente de que las últimas elecciones "están deslegitimadas" por la "presunta financiación ilegal" del PP y la posibilidad de que ganara "con trampas" si financió sus campañas electorales de forma irregular.
IU estudiará la moción de censura del PSOE si es que se presenta, pero su planteamiento es otro: incrementar la presión política y las movilizaciones en otoño para exigir la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Pese a que sólo UPyD ha dado su apoyo expreso a la moción de censura, todos los grupos creen que Rajoy no puede seguir sin dar explicaciones en sede parlamentaria. PNV y CiU, que también han pedido la comparecencia del presidente, consideran que la moción del PSOE no aportaría nada constructivo y que Rajoy debe acudir por iniciativa propia para evitar tener que ir "a rastras" por la advertencia de los socialistas.
Hoy a las ocho de la tarde, concluye el plazo para que los grupos presenten sus peticiones y puedan incluirse en el orden del día de la Diputación Permanente del 24 de julio y, hasta la pasada noche, el PP no había avanzado su voto, aunque algunas fuentes de la dirección del partido han reconocido que se han estado explorando fórmulas para que Rajoy acuda al Congreso.
Una posibilidad aún no cerrada es que pueda ser el grupo parlamentario popular el que pida la celebración de un pleno extraordinario en el que comparezca el jefe del Ejecutivo, para lo que tiene de plazo hasta las ocho de la tarde de mañana. Si finalmente eso no ocurre y si, además, el PP vuelve a rechazar las peticiones de la oposición, el PSOE ha dicho que cumplirá su amenaza y que el mismo día 25 formalizaría en el Congreso su moción de censura.
deudas El secretario general del PSM, Tomás Gómez, dijo ayer que le "preocupa" que el PSOE no haya presentado aún la moción de censura anunciada la semana pasada por Rubalcaba, para "sacar" a Mariano Rajoy del Palacio de la Moncloa. En su informe político ante el comité regional del PSM, Gómez señaló que si bien el PSOE no tiene votos suficientes para sacar adelante la moción contra Rajoy por el caso Bárcenas, subrayó que algunas deudas, "como diría la derecha", se cobran al instante y otras "en diferido".
La moción "debemos ganarla hoy" como la ganó Felipe González en 1980, recalcó el secretario general del PSM, ya que, según indicó, aquel día "quedó claro" que el PSOE era alternativa y eso se reflejó en la victoria socialista de 1982. Ante los 287 afiliados que se acreditaron para participar en el comité de los más de 500 convocados, Gómez arremetió contra el PP y la "cultura de la corrupción" en la que lleva instalado desde su fundación, tal como, según sostuvo, se ha desprendido de las revelaciones del extesorero del partido Luis Bárcenas.
Dijo estar convencido de que los "papeles de Bárcenas" producen "asco" en la sociedad y en gran parte de los militantes y simpatizantes del PP, pero le preocupa que las "mayores náuseas" las haya provocado en democracias vecinas, aunque señaló que lo que más le inquieta es que la reacción de los demócratas "no esté a la altura".