madrid. El Comité Federal del PSOE dejó ayer en el aire la posibilidad de presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por el caso Bárcenas. Su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que no descarta "ninguna" medida contra un Gobierno que está "sentado sobre tres volcanes en erupción: el paro, Bárcenas y Cataluña" y que "en ninguno tiene la más mínima idea de qué hacer". "Si la situación se sigue deteriorando y el Gobierno no actúa y continúa eludiendo sus responsabilidades, nosotros asumiremos las nuestras y adoptaremos cuantas iniciativas consideremos oportunas para buscar una salida a esta crisis", avisó.

En su intervención, Rubalcaba advirtió de que "el ciudadano" Rajoy puede callar sobre el caso Bárcenas, pero no el presidente del Gobierno. "Esta vez - apostilló- el tiempo que gana el señor Rajoy es exactamente el mismo que pierde España".

Luego, a puerta cerrada, apuntó que si el Partido Popular "no se libera de Bárcenas, los españoles se liberarán del PP".

A su juicio, el país vive una "involución social como no ha conocido nunca la sociedad española" y en los últimos seis meses ni la crisis económica ni la territorial han "remitido", mientras que la crisis política "ha ido a peor".

También se refirió implícitamente a las primarias para elegir candidato a la Moncloa, defendió que primero se haga una revisión a fondo del proyecto político y dijo que "seguramente no es la vía más rápida", pero sí "la más segura y la más honesta".

Respecto a la moción de censura, los secretarios generales de Extremadura y Castilla-La Mancha se posicionaron en contra de una hipotética moción de censura, mientras que dirigentes de Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciano y País Vasco abogaron por estudiar esa posibilidad.

Así, el extremeño Guillermo Fernández Vara defendió que una moción de censura en estos momentos "no sería entendible" por los ciudadanos y el castellano-manchego Emiliano García-Page dijo que ese debe ser el "último recurso".

Por su parte, el secretario de organización del PSOE, Óscar López, aseguró ayer que en su partido "no hay sobresueldos ni sueldos adicionales", sino "todo lo contrario", ya que los altos cargos -argumentó- pagan unas "cuotas bastante altas" a la organización.

En rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Federal, en la que se convocó la conferencia política del PSOE para los días 8, 9 y 10 de noviembre y que aprobó el borrador de la ponencia marco, López insistió en que la situación de su partido es muy distinta a la del PP.

Mientras en el PP se investiga una supuesta financiación ilegal de ese partido y el supuesto cobro de sobresueldos en B -dijo- en el PSOE "no hay sueldos adicionales".

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, propuso ayer "una acción conjunta" de todos los partidos de la oposición para sumar al menos los 35 diputados necesarios para presentar una moción de censura que obligue a Rajoy a "rendir cuentas" ante los ciudadanos por el caso Bárcenas. "Somos conscientes de lo extraordinario de la iniciativa, pero creemos necesario que las fuerzas políticas superemos nuestras legítimas diferencias y respondamos con la altura de miras que nos demanda la gravedad de la situación", explicaba Díez en un artículo publicado por el diario El Mundo. Díez asegura que una moción de censura es el "único y último" recurso constitucional ante la negativa del Gobierno a comparecer en el Parlamento.