Bilbao. El Gobierno Vasco y Madrid tratarán de poner hoy la primera piedra para reconstruir sus relaciones en materia de pacificación. Según ha podido saber este diario, el secretario de Paz y Convivencia Jonan Fernández acudirá al Ministerio del Interior con el propósito de explicar sus planes y "quitar miedos" al Ejecutivo español, una visita que podría contribuir a devolver la concordia y discreción que hasta ahora habían presidido las conversaciones entre los dos gobiernos. En concreto, los ejecutivos intercambiarán posturas en dos reuniones que tendrán lugar por la tarde, y que abordarán distintas problemáticas. En una de ellas, en la que participarán el secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, el viceconsejero vasco de Seguridad Josu Zubiaga, Jonan Fernández y quizás algún otro miembro de su Secretaría, el Gobierno Vasco detallará sus planes de paz, aunque la cita tendrá un carácter meramente informativo y no se tomarán decisiones. El otro encuentro tendrá como protagonistas a Martínez, Zubiaga, el director de la Ertzaintza Gervasio Gabirondo, y mandos policiales del Estado. La cita servirá para abonar una próxima reunión de la Junta de Seguridad, en la que podrá discutirse sobre invasiones competenciales o duplicidades entre los cuerpos de seguridad.

Las fuentes consultadas recuerdan que, durante el reciente homenaje tributado a las víctimas en el Congreso, la consejera Estefanía Beltrán de Heredia recordó al ministro del Interior que debían abordar varias gestiones pendientes, entre las que se encontraba la convocatoria de la Junta de Seguridad. Además, el "desplante" del popular a Jonan Fernández, a quien habría rechazado saludar, también inquietó a la responsable de Seguridad. De ese episodio y del posterior encontronazo por el Centro Memorial habrían surgido las convocatorias previstas para hoy. Será la primera vez que Jonan Fernández contacte con el Ministerio del Interior ya que, según explican desde Lakua, hasta ahora tampoco se había producido siquiera un contacto telefónico. Aunque los encargados de departir sobre paz hasta la fecha hayan sido Urkullu y Rajoy, el Gobierno vasco no menosprecia ninguna vía, aunque entiende que la gestión del nuevo tiempo debe enfocarse hacia la convivencia, y no la política antiterrorista o el enfoque policial. En ese contexto cabría interpretar las palabras del presidente del EBB Andoni Ortuzar ayer en Onda Vasca. Dijo que las conversaciones no deberían centrarse en Interior, porque la paz no la traería la Policía.

Que la gestión de la paz provoque roces no resultaría singular, si se tiene en cuenta que se trata de una cuestión sensible en la que, además, el Ejecutivo español puede ser objeto de presiones. Las tensiones han aflorado en las últimas semanas, después de que Lakua reconociera todos los sufrimientos y se abriera a investigar las denuncias de torturas. Las relaciones se han enrarecido aún más con la disputa por el Centro Memorial, concebido como un proyecto conjunto durante el mandato de López. El Ejecutivo español interpreta ahora que Lakua aspira a controlarlo y a someterlo a los parámetros del Instituto de la Memoria, que no honrará solamente a las víctimas de la organización, lo que ha tocado fibra sensible en Madrid y ha movido al ministro a avisar de que el Centro lo controlará el Estado.

Polémica por el pregón de Laudio

La elección de los pregoneros de fiestas en la CAV vuelve a ser objeto de controversia. En esta ocasión, porque el Ayuntamiento de Laudio, gobernado por Bildu, ha escogido a Pablo Gorostiaga, quien fuera alcalde de la localidad durante tres legislaturas consecutivas, consejero de Orain y Ardatza -la empresa que imprimía Egin-, y condenado por colaboración con ETA en el sumario 18/98. Si el PSE anunciaba recientemente que no acudiría al pregón, el PP daba ayer un paso más al avisar de que "tomará las medidas oportunas y lo denunciará ante los tribunales de justicia". En cualquier caso, Gorostiaga se encuentra actualmente cumpliendo su pena de prisión, de modo que su participación en el acto dependerá de que Instituciones Penitenciarias le conceda el permiso. Teniendo en cuenta que es el propio PP el que gobierna en el Estado español, podría tener en su mano la posibilidad de poner fin a la polémica tratando de impedir que el preso asista al evento. El popular Santiago Abascal fue el encargado de asegurar ayer en un comunicado que el nombramiento "es una ofensa para las víctimas de ETA y para todos los españoles", y enmarcó la designación en la "estrategia" de Bildu para "pasar página y olvidar una historia de terror".

El secretario de Paz no había departido aún con el Gobierno español ni en persona ni por vía telefónica