bruselas. El rey Alberto II de Bélgica sorprendió ayer al país al anunciar por motivos "de edad y de salud" su abdicación, el próximo 21 de julio, en su primogénito, el príncipe Felipe, de quien subrayó su pleno compromiso y su preparación para tomar el relevo al frente de la monarquía. "El futuro del país está en buenas manos", aseguró el rey de los belgas durante su alocución al país en francés, neerlandés y alemán, los idiomas oficiales de Bélgica, y en la que afirmó: "mi edad y mi salud no me permiten ejercer mi función como quisiera".
El anuncio de Alberto II, de 79 años y el segundo monarca europeo que abdica este año, después de que en abril pasado lo hiciera Beatriz de Holanda, al cumplir 75, se produce después de que los medios de comunicación belgas llevaran varias semanas especulando al respecto. Asimismo, en las últimas semanas resurgió un antiguo escándalo relacionado con Alberto II, el de su posible paternidad de Delphine Boel, una mujer de 45 años, que ha reclamado ante los tribunales ser reconocida como su hija.
decisión El rey de los belgas aseguró ayer que ha llegado el momento de pasar el relevo a Felipe, su hijo primogénito y duque de Brabante y su esposa Matilde, al tiempo que subrayó que ambos tienen toda su confianza. "El príncipe Felipe está bien preparado para sucederme", dijo el rey acerca de su hijo, de 53 años, y de quien destacó que con las misiones económicas que ha dirigido en el extranjero "ha demostrado hasta qué punto está comprometido con el país".
Afirmó también que "el papel del rey de los belgas y su legitimidad es ponerse al servicio de la democracia y de sus conciudadanos, únicos titulares de la soberanía... La institución real debe seguir evolucionando con su tiempo". Alberto II es considerado por la mayoría de los belgas como un rey cercano, distendido, con sentido del humor y sobre todo con una visión muy certera y afinada de la política nacional, en la que ha mediado con éxito.
respaldo La decisión del rey de los belgas llegó al gobierno ayer mismo mediante una carta dirigida al primer ministro, el socialista Elio di Rupo, que ha mantenido frecuentes despachos con Alberto II. En la misiva, el rey le confirma al primer ministro su decisión de abdicar e indica que le escribe "como prolongación de nuestras entrevistas y después del tiempo de reflexión que me sugirió que me tomara". "Tengo que constatar que mi salud no me deja ejercer mi función como quisiera", señaló Alberto II, que también dijo reafirmar "con serenidad y confianza mi deseo de abdicar el 21 de julio".
Di Rupo, en su posterior comparecencia ante los medios de comunicación, expresó su "respeto y comprensión" por esa decisión, al tiempo que destacó la "valentía" y la "clara vocación" del rey al servicio del país, así como el "entusiasmo, empatía, humor e inteligencia" que ha demostrado.
¿Y en España? Es inevitable hacer comparaciones entre la decisión anunciada ayer por Alberto II y las demandas de abdicación que rodean, en España, a Juan Carlos de Borbón. Ambos monarcas tienen edades parecidas (79 el belga y 75 el español) y ambos tienen serios problemas de salud. El rey de España se ha sometido en los últimos años hasta a 11 operaciones mientras el belga ha pasado hasta en cinco ocasiones por el quirófano por hernias, fracturas, cataratas y cáncer de piel.
Pero también los escándalos personales les equiparan. Alberto II se enfrenta a una demanda de paternidad, mientras a Juan Carlos le acusan de una relación extramatrimonial con la aristócrata Corinna zu Sayn-Wittgenstein.