estambul. El Gobierno turco amenazó ayer con emplear a las Fuerzas Armadas para acabar con las protestas ciudadanas que sacuden el país si la actuación policial no es suficiente, anunció el viceprimer ministro, Büllent Arinç. "Lo que se requiere de nosotros es acabar con las protestas que sean ilegales. Está la policía y si no es bastante la Gendarmería. Y si no basta, las Fuerzas Armadas. La ley nos da esa autoridad", aseguró Arinç en una entrevista televisada, recogida ayer por el rotativo turco Hürriyet. En sus declaraciones a la televisión A Haber, Arinç defendió la actuación de la policía, muy criticada tanto fuera y como dentro de Turquía por su excesivo uso de la fuerza, aseguró que los agentes del orden ejercerán toda la autoridad que se le ha sido conferida y recalcó que quienes los critican son responsables de actos de vandalismo.

Además, aseguró que la oleada de protestas que comenzó hace tres semanas para defender el parque Gezi de Estambul se ha vuelto ilegal y que las manifestaciones serán disueltas y se iniciarán procesos judiciales contra sus responsables. "Creo que las inocentes manifestaciones que empezaron hace 20 días han terminado completamente", dijo en relación a la ocupación del parque Gezi por miles de personas para evitar su reurbanización.

El parque fue desalojado por la fuerza el pasado sábado y ayer continuaba la prohibición de acceder a esa zona verde.

3.000 toneladas de agua La Policía turca disparó en las primeras dos semanas de protestas unas 150.000 cápsulas de gas lacrimógeno y 3.000 toneladas de agua a presión para reprimir a los manifestantes, según denunció el mayor partido de la oposición al islamista Erdogan.

Un comunicado del Partido Republicano del Pueblo (CHP), publicado ayer, asegura que los datos proceden de fuentes policiales, y denuncia lo que considera "ataques indiscriminados contra mujeres, jóvenes, ancianos, discapacitados".

Los datos fueron recogidos el sábado 15 de junio, antes del desalojo ese día de la plaza de Taksim y del parque Gezi, durante el que se volvió a usar masivamente el gas pimienta y el agua a presión.

Numerosos testimonios fotográficos demuestran que la policía mezcló el agua de algunos cañones con una solución de gas pimienta, lo que provocó fuertes irritaciones cutáneas en quienes fueron alcanzados por los chorros.

El Gobernador de Estambul admitió esta práctica en parte, al confirmar que el agua de algunos blindados contenía "una solución médica", pero negó que fuera "química".

El CHP recuerda que durante las casi tres semanas de protestas, "la brutalidad policial no sólo se registró en Estambul, sino también en Ankara, Esmirna, Adana y Hatay, amén de otras muchas ciudades en todo el país".

Pese a las amenazas del Gobierno, que considera el paro ilegal, dos sindicatos y tres colegios profesionales turcos fueron ayer a la huelga y celebraron marchas de protesta. La Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios y la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos, así como los colegios profesionales de médicos, dentistas, ingenieros y arquitectos, quieren así responder al desalojo policial de miles de manifestantes antigubernamentales del parque Gezi de Estambul. "Nuestros militantes saldrán a las plazas céntricas de las ciudades para mostrar su rechazo a los ataques (policiales); pararemos toda la actividad salvo los servicios de urgencia", anunciaron.