Salamanca. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prometió ayer que habrá una "distribución ordenada" del objetivo de déficit público para todas las administraciones, y se mostró convencido de que habrá un acuerdo con las comunidades autónomas sobre el reparto porque es una "obligación" de todos.

Rajoy clausuró ayer en Salamanca la XIX Interparlamentaria del Partido Popular, con un discurso en el que pasó de puntillas sobre la cuestión del déficit, que ha centrado el debate político de los últimos días, sobre todo por la posición crítica de varios gobernantes autonómicos del PP que rechazan un reparto del objetivo autonómico "a la carta" y la posibilidad de un trato de favor para Catalunya.

Entre ellos está el presidente castellanoleonés, Juan Vicente Herrera, que en el acto de ayer pidió ante el jefe del Ejecutivo un objetivo de déficit igual para todas las comunidades. Mariano Rajoy reconoció que es "lógico" que haya intereses diferentes entre las comunidades autónomas y sus gobernantes, pero insistió en que al final habrá acuerdo

Después, en una conversación informal con periodistas, volvió a decir que no le preocupa esta cuestión y señaló que en cualquier caso no hay nada cerrado sobre los criterios del reparto. No quiso Rajoy, no obstante, aclarar si Catalunya saldrá más beneficiada que otras comunidades en ese reparto, al eludir responder a esa pregunta.

En una intervención en la que insistió en que el país va en la "buena dirección" aunque no estará "de ninguna manera satisfecho" hasta que la economía vuelva a crecer y a crear empleo, Rajoy volvió a defender sus reformas y pidió a los miembros del PP que expliquen "hasta la saciedad" la labor del Gobierno.

Además, admitió que los ciudadanos, sobre todo los votantes del PP, tienen que saber y entender por qué el Ejecutivo está tomando decisiones que no estaban en el programa electoral del partido. "Destruir es muy fácil y construir es muy complicado", señaló el presidente, para quien el Gobierno "sabe dónde va", y al final de la legislatura la economía crecerá, se crearán puestos de trabajo y se podrán bajar los impuestos.

Además, puso en valor que gracias a las medidas tomadas España no fue objeto de un rescate. "Ya no me preguntan por el rescate", celebró.

También se refirió Rajoy en su intervención a la petición de pactos de Estado y grandes acuerdos que está encima de la mesa y que pide la oposición. Dijo estar a favor de grandes acuerdos, pero acuerdos "que funcionen", y recordó que quienes ahora los piden han estado "en contra de todas las reformas" que ha puesto en marcha su Gobierno.

En cualquier caso aseguró que la reunión con los agentes sociales de esta semana fue "muy bien", aunque no ve la posibilidad de llegar a un gran acuerdo global, pues es "muy difícil" el entendimiento en muchas cosas como la reforma laboral, si bien es posible en otras como la política europea, la moderación salarial o los precios regulados.

Como era de esperar, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reclamó ante Rajoy que se mantenga un mismo objetivo de déficit para todas las comunidades, de forma que "no se penalice ni desincentive" a las que más esfuerzos hicieron en 2012. Herrera admitió que tal vez todos los responsables autonómicos han "precipitado" un debate público sobre el déficit lleno de "gestos" y declaraciones individuales y "poco favorecedor de acuerdos", pero también lo achacó, en clara alusión a Catalunya, a la "actitud irritante de algún Gobierno autonómico" que ha sido el primero en pedir "un margen más ventajoso que los demás".

En cualquier caso aseguró que su comunidad favorecerá los posibles acuerdos y defenderá la solidaridad con quienes la puedan necesitar y que son también españoles.

Herrera también subrayó la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica. Admitió que hay "demasiado ruido" en torno a las comunidades, y criticó a un tiempo a quienes cuestionan el modelo autonómico y plantean soluciones recentralizadoras, a los que "con tanta frivolidad" defienden propuestas federalistas que "no son capaces" de definir y a los que tratan de imponer "proyectos separadores" que no llevan "a ninguna parte".