La Ertzaintza desaloja a varios simpatizantes de la izquierda abertzale en el puente anexo a la Alameda poco antes de proceder a la detención de Urtza Alkorta. Fotos: zigor alkorta

La Ertzaintza supera la segunda prueba de la izquierda abertzale en menos de un mes

El arresto de la colaboradora de ETA acaba sin incidentes pese a la presión de los seguidores de Alkorta

imanol fradua

ondarroa. Tras tres horas de intenso operativo la Ertzaintza dio por desalojado ayer sobre las 10.30 horas el muro popular compuesto en Ondarroa por simpatizantes de la izquierda abertzale para evitar la detención de Urtza Alkorta. La joven, sobre la que pesaba una orden de busca y captura al ser condenada a 5 años de cárcel por colaboración con ETA, fue finalmente arrestada tras un amplio dispositivo que se saldó con dos personas detenidas -y liberadas horas después tras pasar por dependencias judiciales- por atentado contra la autoridad y 8 identificaciones por desobediencia.

Más de 300 efectivos de la Policía vasca dieron comienzo a la operación sobre las 07.30 horas, contando con una treintena de furgonetas -e incluso lanchas que surcaron las aguas del río Artibai-. Acordonadas las calles contiguas a la Alameda, en la zona antigua ondarrutarra, para esos primeros instantes de la mañana eran varios los centenares de simpatizantes de la izquierda abertzale reunidos en torno a Alkorta.

El operativo se centró inicialmente en despejar la carpa instalada en Alameda, acción que duró apenas una hora. Desalojados los allí presentes -entre ellas la alcaldesa Argia Ituarte, de Bildu, que ostenta la mayoría absoluta en Ondarroa-, la operación policial prosiguió en el puente contiguo. Fue entonces cuando se sucedieron los mayores forcejeos entre efectivos de la Policía vasca -que alertaron previamente a los presentes que sobre los participantes podrían recaer "responsabilidades penales y administrativas" si no abandonaban "libremente" la protesta- y los simpatizantes de la izquierda aber-tzale. Algunos de estos fueron llevados en volandas ante la "resistencia activa" que practicaron, según aseveraron ertzainas presentes en la actuación.

Alkorta se ubicaba en el centro del muro popular construido sobre el puente -que apenas tiene 15 metros de longitud y un estrecho pasillo-, parapetada entre decenas de personas. Los manifestantes profirieron durante buena parte de un intenso operativo que se desarrolló bajo una lluvia ocasional gritos en apoyo a la detenida Urtza, herria zurekin -Ur-tza el pueblo está contigo-; lemas como Utzi bakean, alde hemendik -dejadnos en paz, fuera de aquí-, y en contra de la Ertzaintza, con el lema Zuek hil zenuten Iñigo Cabacas -vosotros matasteis a Iñigo Cabacas-. También hubo consignas contra el PNV.

Poco después de iniciarse el desalojo del puente -sobre las 08.30 horas-, y según aseguraron ayer fuentes de Seguridad a DNA, la consejera pudo conversar con Laura Mintegi para emplazarle a que los allí presentes "actuaran con responsabilidad", además de expresarle su intención de que el desalojo transcurriera sin incidentes. Durante casi dos horas los participantes en el muro popular iban siendo llevados uno a uno. En el perímetro habilitado a la prensa también se colocaron otros parlamentarios de EH Bildu como Unai Urruzuno o Maribi Ugarteburu.

la detención El punto álgido de la jornada, sin embargo, llegó sobre las 10.00, cuando tras dos horas desde que comenzaran a evacuar a los concentrados en el puente los ertzainas pudieron llegar hasta Alkorta. Retenida por varios agentes, la joven ondarrutarra fue finalmente llevada a la Alameda. Metida en una furgoneta entre los aplausos de los simpatizantes de la izquierda abertzale, fue rápidamente trasladada fuera de la localidad.

Tras más de tres horas de intenso operativo policial, finalmente los agentes que participaron en la operación de desalojo de la concentración, la segunda experiencia de este tipo en Euskadi en poco menos de un mes, pudieron abandonar la villa costera. Lo hicieron con 13 agentes con contusiones que precisaron de atención médica. Por su parte, los concentrados denunciaron la contundencia mostrada por la policía vasca.

Seis días duró el muro popular levantado en Ondarroa, que volvió a generar, como se diera en el caso de la experiencia previa vivida en el Boulevard de Donostia el mes pasado en la detención de seis miembros de Segi, reacciones encontradas en la clase política de Euskadi.

Beltrán de Heredia y Mintegi conversaron por teléfono para que el desalojo se llevara a cabo sin incidentes

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