bilbao. Uno de las primeras decisiones que tomará la nueva presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, será convocar un congreso para que la militancia ratifique la decisión de su relevo al frente del partido. Aunque no hay aún fecha establecida, fuentes de la formación situaron la cita el próximo otoño.
De esta manera el PP quiere dar por zanjada todas las dudas de falta de democracia interna y cumplir los procedimientos establecidos en los estatutos del partido. El todavía presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti confesó ayer que "ha oído decir" a Arantza Quiroga que convocará un congreso. A este respecto, el presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea, negaba que la rapidez con la que se ha llevado a cabo la sucesión haya causado malestar en el partido, en referencia a las críticas del exparlamentario Santiago Abascal, quien dijo que había decidido el relevo "un grupito de personas en un despacho".
"Ni hay malestar, ni puede haberlo porque se está siguiendo la fórmula que se ha seguido casi siempre: primero en una junta regional el presidente saliente propone al que va a tomar el relevo y luego se celebra, por supuesto, el congreso que ratifica esa decisión", terció Damborenea. "Estamos siguiendo los pasos que hay que seguir y los que seguimos en otras ocasiones, como con Carlos Iturgaiz o María San Gil", recordó. Sobre Abascal dijo que "lo último" que recuerda de él "es que se quejaba del congreso de Álava, al que él ni siquiera asistió". "El resto de los militantes sí que asisten y votan. Si Abascal tiene interés en presentarse, sabe que va a haber un congreso y podrá presentar su lista, como cualquier otro afiliado", remató.
"No hay dedazos" El secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, también defendió el procedimiento elegido al tiempo que negó que haya habido "dedazos" en la designación de Quiroga y que, en todo caso, se podrían adelantar los plazos si una parte de la afiliación o una agrupación territorial pide el congreso ordinario previsto para 2015. Asimismo tachó de "anécdota" la crítica de Abascal, por ser "muy poco representativa de lo que es hoy el PP vasco". Por último, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, zanjaba ayer cualquier eventualidad de una elección "abierta": "El partido no contempla la posibilidad de un congreso abierto", aseveró.