bilbao. El lehendakari Iñigo Urkullu constató ayer la brecha abierta con el PSE, unas diferencias que sin embargo, y a tenor de la grave situación económica que no dudó en describir con realismo y sin paños calientes, no son óbice para que ofrezca tanto a socialistas como al PP un "pacto de país y estabilidad" porque, aseguró, "no creo en las actitudes de bloqueo interesado. No creo en el no por el no".

Si la víspera en Lekeitio había sido el presidente del Euzkadi Buru Batzar Andoni Ortuzar quien invitó al PSE a realizar una "ciaboga" para alcanzar acuerdos de país, el lehendakari dejó ayer patente que la actitud mostrada hasta ahora por los socialistas, enrocados en su oposición, ha imposibilitado cualquier pacto pese a la mano tendida tanto desde el Gobierno vasco como desde la formación que sustenta al Ejecutivo de Lakua. En su intervención en el Forum Europa-Tribuna Euskadi celebrado en Bilbao, Urkullu recordó que se ha trasladado al PSE el mismo planteamiento que al resto de formaciones, con el valor añadido, señaló, de que "los socialistas saben en qué consideración les tiene el PNV en cuanto a responsabilidad institucional y vertebración del país".

Pese a ello, el lehendakari reconoció que desde un primer momento la respuesta ha sido negativa por parte de los socialistas. En este sentido, citó dos ejemplos. En primer lugar, desveló que un miembro del PSE que había tenido responsabilidades institucionales le dijo en un primer momento de la Legislatura: "no quisiera estar yo en tu pellejo". Asimismo, los socialistas vascos no han dado una respuesta al documento que el lehendakari les presentó en la última ronda de contactos realizados para recabar apoyos al proyecto presupuestario.

Urkullu indicó en su intervención que le llama poderosamente la atención la estrategia del PSE de ligarse con EH Bildu en un denominado eje de izquierdas. "Esta estrategia es clara en las Juntas Generales de Gipuzkoa, y curiosamente, ha resultado esta semana pasada en las Juntas Generales de Araba sobre fiscalidad, donde, tras un año y medio de acercamiento de posturas entre el PNV y el PSE, el Partido Socialista ha votado en contra de sus propias enmiendas. Y esto va gratis en comunicación", señaló.

Mano tendida Pese a la actitud mantenida por los socialistas, Urkullu tendió de nuevo la mano al PSE y al PP para conformar un "pacto de país y estabilidad". El lehendakari explicó el por qué de este ofrecimiento a ambas formaciones y no a EH Bildu y UPyD, las otras dos siglas con representación parlamentaria en la Cámara vasca. A juicio de Urkullu, el partido de Gorka Maneiro "tiene unos planteamientos claros y transparentes, que yo respeto, pero que van contra la esencia del autogobierno".

Con respecto a la coalición cuya portavoz es Laura Mintegi, manifestó que "hace defensa de un modelo social y económico radicalmente diferente al que defiende el PNV". De este modo, y descartadas estas dos formaciones, Iñigo Urkullu señaló que hay otros dos partidos -PSE y PP, aunque no los nombró de forma explícita- "a los que yo ofrezco claramente un pacto de país y estabilidad".

Cuatro ejes En su alocución, Urkullu, que manifestó su intención de hablar con sinceridad y franqueza, "como siempre", no eludió la grave crisis económica actual. Así, manifestó que ante la posición del presidente español, Mariano Rajoy, que a su juicio camina en una sola dirección -la contención del déficit-, su convicción es que hay que obrar desde el rigor, "pero con el convencimiento de que son necesarias políticas de crecimiento".

Tras constatar que el Gobierno es consciente de que dispone de 9.318 millones de euros y que, a diferencia del Ejecutivo López -que pudo gastar en tres años 6.500 millones más de sus ingresos recurriendo al déficit y el endeudamiento-, solo podrán gastar 650 millones más, Urkullu aseguró que la estrategia económica de su Ejecutivo se asienta en cuatro pilares: Industria, que se basa en el Plan de Empleo ya aprobado y un próximo Plan de Reactivación; Innovación, donde se mantendrán todos los proyectos puestos en marcha el pasado año; Inversión, faceta en la que el Gobierno invertirá 1.080 millones de euros; e Internacionalización, para lo que se compromete a una estrategia de Basque Country de cara a fortalecer y ampliar la presencia de la industria vasca en los mercados internacionales.

Con estos cuatro ejes, mostró su total convencimiento en que Euskadi saldrá adelante, al tiempo que recordó que muchos pertenecen a "un tiempo de sacrificio". "Somos también 'los de la pala de las inundaciones de agosto del 83'", expresó. Sin ir tan lejos en el tiempo, apeló a lo que denominó espíritu de Bermeo, en alusión al incendio que recientemente ha destruido buena parte del casco antiguo de la localidad costera. "Allí todos fuimos con vocación de ayuda. La prioridad es responder a los más necesitados, la prioridad es atender a las personas y mostrar un empeño común por salir de esta situación", aseveró.