Bilbao. El arranque de las jornadas sobre el modelo policial organizadas por ErNE sirvió ayer para confrontar las posiciones que mantienen a este respecto el Departamento de Seguridad y el sindicato mayoritario de la Ertzaintza. La consejera Estefanía Beltrán de Heredia inauguró el evento con un breve discurso en el que insistió en los argumentos expuestos la víspera en el Parlamento Vasco, en los que apostaba por impulsar un modelo "más preventivo que reactivo" y por lograr que el Cuerpo alcance "un alto nivel de reconocimiento social y profesional".
Con el punto de partida del nuevo tiempo abierto tras el fin de la violencia de ETA y la necesidad de adecuar la Policía vasca a esta situación -lo que se encuentra en el origen mismo de las jornadas y supone una coincidencia con el análisis de la consejería-, el secretario general de ErNE, Roberto Seijo, reclamó a continuación el fin de las duplicidades entre la Ertzaintza y las policías locales. "Existen rivalidades entre los cuerpos policiales en las grandes ciudades", reconoció, tras lo que propuso homogeneizar en un estatuto profesional único a la Ertzaintza y las policías locales y forales.
Seijo también hizo referencia a una reivindicación que ErNE lleva defendiendo en las últimas jornadas, contraponer a los supuestos planes de Seguridad de cerrar comisarías la apertura de más dependencias policiales "para que los ciudadanos puedan acercarse" a las mismas a presentar sus denuncias. Se trata, valoró, de una condición indispensable para lograr esa policía "de proximidad". Entre las propuestas que desglosó ayer también se encuentran la igualdad de género en la Ertzaintza, configurar una policía judicial orgánica y funcionalmente dependiente del poder judicial, participar de forma plena en Schengen, homogeneizar la formación de los policías y garantizar el respeto a los acuerdos alcanzados con los trabajadores.