roma. La coalición de centroizquierda de Pierluigi Bersani consiguió ayer colocar a sus candidatos en la presidencia de la Cámara de Diputados y del Senado de Italia tras varias votaciones, que reflejan los problemas que tendrá a la hora de formar Gobierno.
Se necesitaron cuatro votaciones en la Cámara de los diputados para elegir como presidente a la exportavoz del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los refugiados en Italia, Laura Boldrini.
Y otras cuatro para nombrar como presidente del Senado al exfiscal nacional antimafia Piero Grasso. Un hecho que fue posible después de que el partido Movimiento 5 Estrellas dejara a sus representantes libertad de conciencia ante sus discrepancias internas.
Las votaciones comenzaron el viernes, pero debido a que en las primeras era necesario el quórum de los dos tercios no se consiguió llegar a ningún acuerdo.
Sólo ayer cuando en la Cámara de los diputados bastaba la mayoría absoluta se consiguió elegir a Boldrini, que se presentó a las elecciones en la lista del partido Izquierda, Ecología y Libertad (SEL, en sus siglas en italiano).
La exportavoz de la ONU consiguió 327 votos, mientras que el candidato del Movimiento 5 Estrellas, Roberto Fico, obtuvo 108, y el resto de los diputados votaron nulo o en blanco.
Laura Boldrini, de 51 años, con 20 años de trabajo en Naciones Unidas, es la tercera mujer en la historia de Italia que es elegida presidenta de la Cámara de los Diputados, después de Irene Pivetti y Nilde Iotti.
Esta elección, aunque resultó muy complicada y se necesitaron varias votaciones, estaba prevista ya que la coalición de centroizquierda que lidera Pierluigi Bersani tiene la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados.
Tras la elección Bersani declaró que "estoy muy satisfecho, hemos elegido a una candidata de un gran perfil cultural, moralmente indiscutible y que refleja el cambio".
La batalla se trasladaba después al Senado, donde el centroizquierda de Bersani no cuenta con la mayoría absoluta por lo que se tuvo que forzar la cuarta votación, cuando se elige entre los dos candidatos más votados en los anteriores escrutinios sin tener en cuenta el número de votos.
Y aquí llegó la sorpresa, pues el ex fiscal nacional antimafia consiguió 137 votos, doce votos más de los de su partido, contra los 117 del candidato del centroderecha, Renato Schiffani.
Esto fue posible porque los senadores del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo no habían llegado a un acuerdo sobre si votar en blanco o apoyar a Grasso y habían dejado la libertad de conciencia a sus representantes.
Como el voto es secreto, no se sabrá si también votaron a favor de Grasso los senadores de Elección Cívica, el movimiento del presidente del Gobierno saliente, Mario Monti, que habían asegurado que votarían en blanco.
Piero Grasso, una de las figuras más importantes del país en la lucha contra la mafia, consiguió 137 votos contra los 117 de Schiffani, mientras que hubo 57 votos en blanco.
un complicado futuro La prensa italiana destacaba ayer cómo después de tantas negativas del Moviento de Grillo a apoyar a los partidos políticos, en la distintas votaciones que se produjeron en el Senado acabaron disgregándose.
Los senadores de Elección Cívica, el movimiento del presidente del Gobierno saliente, Mario Monti, aseguraron que votarían en blanco.
En el Senado se presentó ayer, por primera vez como senador, el expresidente del Gobierno Silvio Berlusconi, que a su entrada definió la situación como "muy grave" y aseguró que su voto "no era influyente" en el futuro del país.
Berlusconi aparecía ayer de nuevo en público después de ser dado de alta el viernes del hospital San Raffaele de Milán, donde había estado ingresado por problemas oculares durante una semana.
Por su parte, Bersani afirmó que la elección de Boldrini y Grasso, dos personas hasta ahora alejadas de la política, son una señal del cambio que quiere dar a su gobierno.
Pero las votaciones que tuvieron lugar el viernes y ayer demostraron de nuevo la complicada gobernabilidad del país tras los resultados de las elecciones del pasado 24 y 25 de febrero y que a Bersani le será muy difícil conseguir formar un gobierno.
En estos días se comprobó que el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo no tiene alguna intención de apoyar el Gobierno de Bersani, pero tampoco la formación de Mario Monti.
Además, con la elección de ayer de los dos candidatos del centroizquierda, Bersani se ha ganado aún más como enemigo a Berlusconi, que habría agradecido que se le cediese, al menos, la presidencia de una de las Cámaras.