madrid. El Congreso rechazó ayer las dos propuestas de resolución de CiU e Izquierda Plural que reclamaban el respeto al derecho a decidir de Catalunya y pedían diálogo para autorizar la convocatoria de consultas populares. Pero más allá de este rechazo, esperable dada la mayoría absoluta del PP, la votación evidenció la fractura que hoy por hoy existe entre el PSC y el PSOE. Todos los diputados del PSC votaron a favor de las propuestas de resolución y en contra del criterio marcado por los de Rubalcaba, aunque la exministra de Defensa, Carme Chacón, que aspira a suceder al secretario general del PSOE, decidió ausentarse de ambas votaciones. Al final la iniciativa de CiU contó con el apoyo de 60 diputados y fue rechazada por otros 275 -del PP, PSOE, UPyD, Foro y UPN- mientras que la de la Izquierda Plural tuvo 59 votos afirmativos contra 272 negativos (de los mismos grupos) y dos abstenciones.

Acabada la votación, la exministra de Defensa habría puesto su escaño a disposición del líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, aunque fuentes de su entorno afirmaron que el líder del PSC la ratificó en su puesto en una conversación telefónica. Eso sí, formalmente el PSC la invitó a una "reflexión serena" sobre las consecuencias "políticas" de su decisión y, en paralelo, la dirección de este partido hará lo mismo en los próximos días.

"No voy a apoyar las resoluciones de los tres partidos que han iniciado un proceso de ruptura de Cataluña con España", zanjaba la exministra de Defensa para justificar su decisión horas antes de celebrarse la votación.

a la espera En el otro lado de la balanza, las posibles represalias que el PSOE pudiera tomar con el PSC por no respetar la disciplina de voto impuesta pos la dirección federal. Al respecto, fuentes cercanas a Rubalcaba confirmaban que lo que está encima de la mesa es la posibilidad de dejar fuera a los socialistas catalanes de la Ejecutiva del partido (tradicionalmente tienen dos representantes) dada la "asimetría" de los vínculos actuales. Lo único que está claro es que ambas formaciones han quedado en revisar a fondo su protocolo de relaciones que las une.

No faltan de todas formas voces dentro del PSOE para que este rompa relaciones con el PSC. El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, así lo reclamaba secundado por otro histórico felipista como el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aunque la mayoría de los socialistas de uno y otro lado se decantaban ayer por "reconducir las cosas". Esa vía podría ir por poner en valor lo que une a los socialistas españoles y catalanes que, según recordó en un desayuno informativo el propio Rubalcaba es que "PSOE y PSC comparten el no a la independencia de Cataluña".

la propuesta Tanto la iniciativa de CiU como la de Izquierda Plural (impulsada por ICV) instaban al Gobierno a negociar la celebración de una consulta en la que los ciudadanos de Catalunya decidan su futuro, pero mientras que CiU pedía que se negociase con el Gobierno de la Generalitat, la de ICV reclamaba un diálogo con las "fuerzas parlamentarias" catalanas.

Durante el turno del PP, el diputado José Antonio Bermúdez de Castro defendió la postura del Gobierno: "La Constitución Española nació desde el consenso y con vocación de permanencia" y es la Carta Magna la que señala "al pueblo español en su conjunto como único sujeto constituyente". dna/efe