Palma de Mallorca. Iñaki Urdangarin desvinculó ayer a la infanta Cristina de sus actividades en el Instituto Nóos y afirmó que la Casa Real "no opinó, asesoró, autorizó o avaló" la labor de esta entidad, desmintiendo así las acusaciones hechas el pasado sábado ante el juez por su exsocio Diego Torres.

En su segunda comparecencia judicial por este caso, Urdangarin negó que se produjera reunión alguna en el Palacio de la Zarzuela para preparar la cumbre Valencia Summit, así como que posea cuentas en Suiza y utilice testaferros. El duque de Palma mantuvo que en marzo de 2006, por consejo de la Casa Real, se desmarcó de las actividades del Instituto Nóos, con lo que niega también lo dicho por Torres de que siguió trabajando para Nóos tras esa fecha.

Urdangarin compareció en los juzgados de Palma durante unas cuatro horas ante el magistrado instructor del caso Nóos, José Castro, quien ya le tomó declaración hace justamente un año en un interrogatorio que duró entonces 22 horas. El duque llegó ayer a los juzgados de Palma a las 9.12 horas y los abandonó sobre las 14.15 horas. El yerno del rey, que declaró tranquilo y seguro según varios testigos, respondió también a las preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, de la abogada del Estado que representa la acusación particular de la Agencia Tributaria, y a las de su propio abogado.

Antes de comenzar el interrogatorio, el yerno del Rey leyó un comunicado en referencia a los correos -que su abogado dijo que impugnará al cuestionar su origen- aportados a la causa por Torres y que intentan demostrar que Urdangarin tomaba decisiones en Nóos, así como también el secretario de las infantas, Carlos García Revenga. Urdangarin, que remarcó que considera nulos esos correos, dijo que estos documentos pretenden desplazar el foco de esta instrucción de los hechos "hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos".

Añadió que la Casa Real, "cuando tuvo conocimiento de la existencia de reproches políticos a las administraciones públicas contratantes", le recomendó dejar su actividad en Nóos porque no la consideraba adecuada para su "status institucional" y que así lo hizo.

El juez había citado al duque de Palma, que llegó a los juzgados entre abucheos de unos 400 manifestantes, por tres delitos fiscales supuestamente cometidos por él y por Nóos, entidad que presidió durante dos años, pero durante su interrogatorio también se refirió a las afirmaciones de Torres la semana pasada ante el juez y a aspectos nuevos de la investigación.

Su exsocio aseguró a Castro que se celebró una reunión en el Palacio de la Zarzuela preparatoria de la cumbre Valencia Summit 2004 -encargada a Nóos por las administraciones públicas valencianas- a la que asistieron Urdangarin, el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y la alcaldesa Rita Barberá. El duque indicó, sin embargo, que no le consta que esa reunión existiera, aunque sí reconoció que se produjeron encuentros por separado en los despachos de Camps y Barberá. Ante esto, el juez se refirió a la posibilidad de pedir a Zarzuela el registro de visitas para intentar comprobar este aspecto.

Respecto a los delitos fiscales y posibles cuentas en paraísos fiscales por los que fue citado, el duque de Palma indicó que esos aspectos lo llevaban sus asesores y que él no sabía nada de cuestiones financieras ni económicas.

madrid 2016 Sobre su función en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (Fdcis), heredera de Nóos, dijo que él era patrono de la misma, pero que solo ejerció labores en cuestiones deportivas, nunca de gestión, mientras que Torres aseguró la semana pasada al juez que la Fdcis se creó expresamente para Urdangarin. Acerca de la donación de 120.000 euros de la Fundación Madrid 2016 a la Fdcis, que se investiga en esta causa porque no hay justificación alguna de la prestación de los servicios pagados, Urdangarin admitió haber ejercido de "lobby de presión" a favor de la candidatura olímpica, pero dijo que él no cobró nada por ello.

A su salida de los juzgados, y a preguntas de los periodistas allí presentes, el duque de Palma señaló que la declaración había ido "muy bien".