Bilbao. Alfredo Pérez Rubalcaba vino a Bilbao con una agenda clara y la cumplió. Tras dedicar unos minutos a alabar a su compañero y "amigo" Patxi López "porque es el mejor", y lanzar un enigmático guiño a un serio Jesús Eguiguren -"Jesús: yo también te quiero mucho", dijo desde la tribuna del Euskalduna quien fuera ministro de Interior durante la época de Zapatero-, el secretario general del PSOE lanzó sus mensajes antiRajoy, siempre bien acogidos por la audiencia socialista. Entre ellos, su alusión a la derogación a la reforma laboral si la formación de izquierdas llega al poder y una batería de cuatro iniciativas para luchar contra la corrupción, en plena marejada después de trascender la supuesta contabilidad del extesorero del PP Luis Bárcenas que constata pagos en negro a la cúpula popular, incluido el presidente del Gobierno español.

Rubalcaba intervino en el acto de clausura del séptimo congreso del PSE, una ocasión que sirvió para reunir caras conocidas del socialismo vasco, como los ex secretarios generales Txiki Benegas y Ramón Jáuregui, con representantes de sindicatos y de un colectivo contra los desahucios, así como con el presiente de Confebask, Miguel Ángel Lujua.

El líder de los socialistas alertó de que "la mezcla de corrupción más crisis es mortal para el sistema democrático". Por ese motivo, propuso una serie de medidas para hacerla frente, comenzando por una de carácter "preventivo", que relacionó con la "unidad de asuntos internos" de la policía que, dijo, conoce tras su paso por el Ministerio de Interior. Son lo que denominó los "hombres de negro", que conformarían una "oficina antifraude" y que podrían entrar en los despachos de los altos cargos de la Administración "sin avisar". Dicha unidad estaría integrada por "personas del máximo nivel e inspectores incorruptibles" que puedan ir aleatoriamente a las Administraciones y "ver por sorpresa lo que hay" para prevenir.

La segunda medida pasaría por que la Audiencia Nacional se haga cargo de todos los asuntos ligados a la corrupción política. De tal forma que se evitaría que los procesos judiciales se alargasen y que hubiese sentencias "dispares" entre los diferentes tribunales. También reclamó que el Estado no contrate a empresas implicadas en casos de financiación irregular. Por último, propuso que las empresas no puedan dar dinero a los partidos, "ni privado, ni público, ni transparente, ni no transparente".

Rubalcaba también lanzó un mensaje a Rajoy para que esclarezca cómo se financió el PP durante los 20 años en los que Bárcenas estuvo al frente de este cometido.