DONOSTIA. José María Múgica, hijo del histórico dirigente del PSE asesinado por ETA Fernando Múgica, señaló a la coalición Bildu, en la que se integra la izquierda abertzale, como la sigla que sigue sin condenar la amenaza y los asesinatos cometidos durante décadas por la banda armada. Múgica hizo estas declaraciones en el cementerio de Polloe en Donostia, en el acto organizado por el Partido Socialista en homenaje a su padre y ante una importante representación de la dirigencia de la formación liderada por Patxi López, a los que advirtió y reprochó haber "negociado" y "concedido" a Bildu.
El hijo del dirigente socialista asesinado por ETA hace diecisiete años no explicitó a qué acuerdo o negociación hacia referencia con sus palabras, aunque el actual contexto político no deja lugar a muchas dudas. Bildu y el PSE han alcanzado recientemente un acuerdo en la Diputación de Gipuzkoa, presidida por Martín Garitano, para aprobar los Presupuestos de 2013 en ese territorio. Además, en los últimos meses las dos formaciones políticas han cruzado continuos mensajes y guiños de apoyo en diferentes iniciativas políticas y parlamentarias en distintos ámbitos institucionales, dejando entrever una posible pinza al menos en determinadas cuestiones.
En este contexto, José María Múgica advirtió ayer de que "si acordamos, negociamos y concedemos a Bildu estaremos perdiendo el alma y estaremos perdiendo todo". Abundando en esta línea, recordó que, pese al cese de la actividad armada de ETA anunciado el 20 de octubre de 2011, en Euskadi sigue existiendo "una fuerza del mal, que se llama Bildu, que no condena el terrorismo porque sigue siendo la fuerza que expresa y representa ese proyecto totalitario".
En el homenaje a Fernando Múgica, participaron familiares del fallecido, como su hijo Rubén, su viuda Mapi de las Heras y su hermano, el que fuera Defensor del Pueblo y exministro socialista Enrique Múgica, además de numerosos cargos públicos y militantes socialistas, entre ellos el secretario general del PSE en Gipuzkoa, Iñaki Arriola, el diputado socialista en el Congreso Odón Elorza, así como los históricos dirigentes del socialismo vasco Txiki Benegas, Miguel Buen y Manuel Huertas. También estuvieron presentes víctimas del terrorismo como la viuda de Froilán Elespe, Tomasi Pelaz, y representantes del PP como los exediles Javier Urbistondo y Carlos Sancho.
En su intervención, el hijo del dirigente socialista asesinado destacó que el homenaje es un acto "de memoria y de historia para comprender que en esta tierra vasca hubo un proyecto totalitario" de manera que "el crimen, la persecución, el acoso, la amenaza, el asesinato" estuvieron al servicio del mismo.
Múgica destacó que los demócratas tienen "el alma de la libertad, el alma fraterna de las libertades y de su defensa". Por ello, consideró importante resaltar que, frente a propuestas de "relatos extravagantes o equidistantes que resultan insoportables", hay que preservar ese "alma" y saber que los que lo portan "nunca podremos ser de la misma condición que quien encarna, expresa, auspicia y prosigue un proyecto totalitario que sigue buscando la sumisión y la destrucción de los fundamentos de libertad" de Euskadi.
José María Múgica reivindicó el homenaje como un acto de memoria por su padre que hizo extensible a "todas las víctimas del terrorismo, pensaran como pensaran".
Fernando Múgica Ocupó la presidencia del PSE de Gipuzkoa hasta 1993 y, pese a que no quiso desempeñar cargos públicos importantes, salvo un breve paso por la concejalía de su ciudad, fue una de las personas más influyentes del socialismo vasco. Fue asesinado por ETA de un tiro en la nuca en plena calle en 1996 y delante de su hijo José María. En 2006, Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, -que en el juicio fue reconocido por el hijo como autor material del asesinato- fue condenado a 82 años de cárcel por considerarse probada su participación en dicho crimen.