El obispo de Bilbao, en su acto de ordenación episcopal. Foto: efe
El obispo de Bilbao insta a trabajar con discreción por la paz y la convivencia
mario iceta desactiva la polémica sobre víctimas entre el delegado pastoral y el deán de la catedral
bilbao. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, aseguró ayer en declaraciones efectuadas por escrito a la agencia Efe que el trabajo en favor de la paz y la convivencia en Euskadi se encuentra "en unos momentos en los que es más útil una labor constante, discreta, a pie de calle, que las grandes declaraciones y las polémicas". Por ello, Iceta manifestó que a corto plazo no habrá un nuevo pronunciamiento conjunto de los obispos vascos sobre ETA -el último fue una homilía que se leyó en las iglesias vascas en febrero de este año-.
Según declaró el prelado vizcaíno, "este no es tiempo de cartas o hacer declaraciones, sino de trabajar con constancia y discreción, de modo directo en las situaciones concretas, a pie calle. Hay documentación más que suficiente para conocer con claridad nuestra posición. Por ello, no tenemos en el horizonte a día de hoy ningún otro pronunciamiento conjunto, salvo que se produjera un hecho relevante que lo hiciera necesario".
Preguntado por si persisten diferencias de criterio entre los tres obispos de la CAV que impidan una posición común sobre pacificación y normalización política, Iceta respondió que desconoce la impresión que esto produce en diversos ambientes, pero que considera que los obispos de las diócesis de la Comunidad Autónoma Vasca comparten criterios en este aspecto.
A juicio del obispo de Bilbao, "el magisterio de los obispos del País Vasco es nítido, profundo y fundamentado en el evangelio y en la doctrina social de la Iglesia. Desde hace más de un año, el Consejo Pastoral Diocesano está realizando una reflexión a este respecto, con el fin de alumbrar propuestas operativas. Esperamos concluir esta reflexión antes del verano".
Polémica Sobre la última polémica habida en su diócesis sobre el papel que deben jugar en este nuevo tiempo las víctimas del terrorismo -el delegado de Pastoral Social, José María Delclaux, aseguró que las víctimas no deben hacer política, mientras que el deán de la catedral bilbaína, Luis Alberto Loyo, manifestó que las víctimas tienen el mismo derecho a hacer política que los que han estado al lado de los criminales-, Iceta trató de limar las asperezas al señalar que "el obispo es padre, hermano y amigo de sus sacerdotes, y así lo quiero ser de mis sacerdotes y los dos son dignos de mi estima y confianza".".
"Cuando dos hermanos discrepan, el padre debe procurar que hablen entre sí, expongan sus puntos de vista y sus posibles discrepancias y, a partir del evangelio, retomen juntos el camino y vivan la comunión por encima de todo. Me consta que así lo han hecho. Las discrepancias que pueda haber han de ser gestionadas con conocimiento, respeto, discreción y caridad, sin causar desconcierto en la comunidad diocesana y mucho menos en la plaza pública", concluyó.