madrid. Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 recibieron ayer la luz verde definitiva del Congreso gracias a la mayoría absoluta del PP que, una vez más, sólo consiguió el respaldo de UPN. En el proceso de aprobación de estas Cuentas, el texto inicial elaborado por el Gobierno ha sido modificado con cerca de 200 enmiendas en su tramitación parlamentaria, cambios que han fructificado por iniciativa casi exclusiva del PP. En la votación final de estos Presupuestos, que se celebró ayer en el Congreso, destacó el rechazó de dos enmiendas que, impulsadas por el PP, habían pasado el trámite en el Senado y que hacían referencia a medidas de apoyo a los deudores hipotecarios y a la cancelación de deudas con empresas y autónomos contraídas por las entidades locales. Finalmente los populares se echaron atrás.

En el debate, en el que no ha intervenido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el diputado del PSOE Joan Rangel criticó la "receta" de los presupuestos que supone "meter la tijera" a los derechos de los trabajadores, a la sanidad, a la educación y a las pensiones, y "gripar" los motores de crecimiento de la economía. "Lo que estaba mal, ahora está peor", resumió.

Desde CiU, Pere Macias mostró su disconformidad con el hecho de que la relajación que ofreció Bruselas en el cumplimiento del objetivo de déficit tenga como único beneficiado al Estado y no a las comunidades.

El diputado de IU Alberto Garzón dijo que con los bajos salarios y el empobrecimiento de toda la economía "España se está pareciendo cada vez más a China" y criticó los recortes en investigación y desarrollo, la "palanca" de crecimiento.

La portavoz de UPyD Rosa Díez afirmó que los presupuestos consolidan la crisis y no la combaten y añadió que "son tan falsos como el programa y las propuestas del Partido Popular".

los de aquí En el Grupo Mixto, Carlos Salvador, de UPN, justificó su apoyo al Gobierno argumentando que ha incluido varias enmiendas de su formación. Además, el diputado regionalista cuestionó si es útil la "carrera" que algunos grupos han emprendido "para ver quién le hace más oposición al Gobierno". "Nosotros trabajamos para construir y otros, me temo, para destruir", zanjaba Salvador, tras reiterar su apoyo a los Presupuestos.

En contraposición a este argumento se situaba el de Uxue Barkos, de Geroa Bai, que reiteró su rechazo a las cuentas porque, a su juicio, las "raquíticas" enmiendas del Senado "no han solventado" ni las "dudas sobre la viabilidad de las previsiones" ni la "convicción de que son las cuentas más antisociales" porque "piden más a quienes menos tienen". Barkos también exigió a Montoro que aclare si el "castigo a Navarra en los PGE se debe al acuerdo por resolver el IVA".

Por parte de Amaiur, Iker Urbina criticó que se destinen "grandes partidas a pagar al rey, al ejército y a los banqueros" mientras se lleva "a la ruina" a los ciudadanos, y exigió al Gobierno que deje a los vascos "decidir en paz cómo gastan su dinero y qué políticas fiscales son las adecuadas, sin ingerencias del Tribunal Constitucional ni de abogados del Estado ni de nadie".

En el PNV, que también votó contra los Presupuestos, criticó el exceso de los recortes.