"Con la ley se puede abordar de manera ordenada el final de ETA"

Donostia. ¿Cómo ve que Fernández Díaz asegure que para "liquidar" ETA la ley le basta y le sobra?

Le debería bastar y sobrar, sí, para empezar a cambiar la política penitenciaria. Estos discursos épicos y guerreros corresponden a una situación afortunadamente pasada, no con la realidad. Con la legalidad en la mano tiene herramientas suficientes para empezar a abordar un cambio de calado en la política penitenciaria y, como dijo Mikel Antza, abordar la situación de una organización como ETA que, después de una decisión como la de octubre del año pasado, está abocada a un único final, que es desaparecer, y que lo que corresponde es gestionar ese final de la manera más ordenada posible. Con la legalidad ordinaria se pueden hacer grandes cosas.

Habla de un final al que está abocado ETA. ¿Está próximo o dependerá de los gobiernos?

Claro. En este tema especialmente la filosofía de la unilateralidad puede seguir funcionando un tiempo, pero cuando hablamos de un final ordenado, tiene un límite. Sin su participación es muy difícil, por no decir imposible. Hay una cosa importante: la disponibilidad de ETA para abordar esta situación. Si esa disponibilidad es total, es porque hay un convencimiento pleno de que hay que avanzar en esa dirección porque el objetivo final es el mismo. Si lo es, ¿por qué no llegar a acuerdos para hacer estas cuestiones técnicas, al margen de cualquier agenda política, de manera ordenada?

¿Veremos a EH Bildu en la ponencia de pacificación del Parlamento o en una Comisión de la Verdad?

En absoluto hay que entrar en planteamientos de una cosa u la otra. La Comisión de la Verdad difícilmente podría llevarse a cabo en una sede parlamentaria, quizá una parte. Todo el trabajo parlamentario al respecto va a contar con nuestra participación porque tenemos 21 parlamentarios en esa Cámara, algo que antes no ha habido y que difícilmente podíamos participar en régimen de igualdad. Este es un trabajo de sede parlamentaria y de fuera. Si queremos buscar una dinámica de país, difícilmente todo el país puede estar representado ahí y habrá que buscar otras complicidades más allá de tres provincias.

¿Cómo abrir un cauce de diálogo con víctimas de ETA que sugiere Otegi cuando algunas no quieren?

Comparto lo que decía Arnaldo y llevamos tiempo haciendo ese trabajo de manera discreta, con personas que han sufrido diferentes violaciones de Derechos Humanos. Como bien dices, víctima es una definición que abarca a personas y en la medida en que lo son, hay maneras muy diferentes de vivir esa condición, desde quienes están muy dispuestas a hablar y buscar un nuevo clima hasta otras que tienen una posición muy refractaria. Pero es un trabajo que seguiremos haciendo, a base de insistir, de hacer ver que nuestra posición es la que es y que quiere tener en cuenta el sufrimiento de todas ellas.