Vitoria. El desembarco parlamentario del PP puso fin ayer a la acreditación de las fuerzas que compondrán desde la próxima semana el Parlamento Vasco en su décima legislatura. Los diez aforados populares aterrizan en la Cámara autonómica con la firme convicción de colaborar con el Gobierno Vasco cuando toque apuntalar a través de acuerdos presupuestarios la lucha contra la crisis, mientras que la cara amable dejará paso a una férrea oposición si afloran pretensiones soberanistas.

Así los expuso el jefe de filas del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien regresa a la Cámara con tres parlamentarios menos y, sobre todo, con una considerable merma en su capacidad de influencia. Sin embargo, el otrora socio preferente del Ejecutivo que lideró Patxi López no renuncia a retomar el rol de pieza clave que propicio el desalojo de los jeltzales en 2009.

Ahora, convertida en la cuarta fuerza parlamentaria, la bancada conservadora dibuja las bases de su trabajo legislativo sin perder de vista sus plazas fuertes en el País Vasco: la Diputación alavesa y Ayuntamiento de Vitoria.

Tras encabezar la delegación de su partido para presentar sus credenciales en el Parlamento, Basagoiti mostró su disposición a "arrimar el hombro" con las cuentas públicas de "Vitoria, Álava y de Euskadi" en los próximos meses, aunque los diez votos del PP no sean suficientes para que el PNV alcance la mayoría absoluta situada en 38 escaños. Por el contrario, la contrapartida sí permitiría a Javier de Andrés y Javier Maroto blindar las cuentas en la entidad foral y el Consistorio gasteiztarra para el próximo ejercicio.

A la hora de poner en valor su capacidad de influencia, el líder de los populares vascos destacó que pese a su retroceso representativo los diez parlamentarios de su partido buscarán "liderar el papel de oposición" de una forma "responsable y constructiva".

Y como primer ejemplo, exigió al equipo liderado por Iñigo Urkullu que "se ponga a gobernar" para avanzar en la elaboración de los Presupuestos vascos sin más dilación. También en relación a los jeltzales, Basagoiti consideró "no muy coherente" que el PNV vaya a gobernar en solitario con el único sostén legislativo de sus 27 aforados cuando hace tres años criticó que Patxi López iniciara sus labores de gobierno con "tan solo" dos parlamentarios menos.

A pesar de estas críticas, Basagoiti insistió en el tono conciliador que adoptará frente al nuevo Ejecutivo autonómico, siempre y cuando las aspiraciones jeltzales no deriven hacia posturas ligadas a una mayor soberanía que el dirigente de la formación conservadora calificó de "radicales y rupturistas".