Vitoria. El Tribunal de lo Criminal de París vuelve a sentar hoy en su sala a dos de las voces más influyentes de la ETA actual en las cárceles: Mikel Antza y Soledad Iparragirre Anboto. Presos desde que fueran detenidos en octubre de 2004, siendo los principales dirigentes de la organización, acuden en apelación a sus condenas. Pero, más que una defensa procesal, hoy se espera de ellos una "declaración importante", tal y como se espera en la izquierda abertzale, que llegaría para cubrir el vacío creado por la falta de respuesta de los gobiernos al nuevo tiempo creado tras el cese de la violencia de ETA y para tratar de insuflar nuevos bríos al camino hacia la consolidación de la paz, atascado en las cárceles.
No sería la primera vez que Antza y Anboto utilizan su paso ante el juez como púlpito desde el que hacer oír las reclamaciones y propuestas de la organización. Ya en una de sus primeras vistas, Albisu reclamó que los vascos "puedan decidir el futuro de su país" y manifestó su "deseo de encontrar una solución política justa para este conflicto". Por eso, ahora que se acaba de cumplir el primer aniversario de la Declaración de Aiete que planteaba una pista de aterrizaje para la paz y de la declaración de ETA que la hacía más plausible, ahora que se esperaba un comunicado de la organización anunciando pasos en esta linea, crece la expectativa ante la posibilidad de que ambos les pongan voz.
Unilateralidad El conjunto del MLNV mantiene su apuesta por la unilateralidad como clave en el avance hacia la superación del conflicto. Es la herencia del giro estratégico que propició el documento Zutik Euskal Herria hacia el rechazo del uso de toda violencia como herramienta política, y es ya la irrenunciable hoja de ruta de este sector. El líder de EA, Pello Urizar, aseguraba esta semana que en el contexto actual habría que esperar más pasos "de todos" y abogaba por protagonizar ese esfuerzo hasta hacer que quienes están cómodos en la estrategia de bloqueo se queden "sin argumentos" y "se tengan que mover". Y tanto Albisu como Iparragirre son voces autorizadas para anunciar avances por esta senda.
Recientemente fueron designados como interlocutores del EPPK -el colectivo oficial que engloba a los presos del MLNV- y a nadie se le escapa que es en las prisiones donde ETA tiene actualmente a la mayor parte de su estructura y, por lo tanto, el mayor desafío. Por eso se escuchará con atención el anuncio que ambos puedan hacer hoy, en un momento en el que abordar la cuestión de los presos se sitúa en el frontispicio del camino hacia la total desarticulación de la estructura de ETA. De hecho, el Ministerio del Interior reconocía recientemente que le consta que la organización estaría dispuesta a dar pasos -como incluso iniciar su desarme- si el Gobierno comenzara a avanzar también en este ámbito; algo que este sábado le pedía una multitud en Baiona, y que ya comparte la práctica totalidad del arco político a ambos lados de la muga.
En este sentido, cabe recordar que Antza -que fue durante años jefe del aparato político de la organización- es uno de los principales defensores dentro del MLNV de la apuesta por poner fin a la violencia, y que usó su autoridad interna para impulsar este tránsito. Cuando fue detenido había dejado escrito que el destino soberanista no podía ir de la mano de la violencia. Tras su designación como interlocutor del EPPK dentro de un equipo de presos posibilistas, este grupo ha tendido su mano en más de una ocasión al Gobierno para entablar un diálogo que podría acabar con el actual impasse, que genera altas cotas de tensión en el seno del MLNV. Y por eso, su declaración de hoy puede ser importante a la hora de iluminar el hasta ahora sinuoso y oscuro camino a la paz.