Bilbao. ¿Qué conclusión saca usted de las elecciones en Estados Unidos?
La reelección del presidente Barack Obama supone una forma de entender la recuperación económica, probablemente un modelo alternativo de lo que ha sido Europa y del modelo imperante en esa relación Berlín-París que ha determinado ese proyecto de austeridad encabezado por Angela Merkel. Yo diría que es el único presidente que ha tenido que administrar de una forma tan potente y tan implicada el tema de la crisis y ha salido reelegido. Esto demuestra hasta qué punto el crecimiento y el papel del estado dentro del crecimiento, esto es, el asumir algunas cuotas de déficit público que puedan activar sectores estratégicos dentro de los sectores económicos emergentes, puede ser importante. En segundo lugar, yo diría que es una forma histórica de asumir el papel del estado en esa ecuación que se plantea entre la ciudadanía, el estado y el mercado. Esa nueva vía que arrancó, de estado de bienestar, supone un antes y un después en la historia de Estados Unidos.
¿Y en cuanto a la política exterior?
La renovación de Barack Obama va a suponer un elemento activador, un acicate, para algunas dinámicas dentro del sistema internacional. En primer lugar en las relaciones con Europa. Durante el primer mandato, Estados Unidos ha estado más preocupado en apagar esos dos conflictos en Irak y Afganistán, y se ha preocupado también en recomponer, que no ha sido fácil, sus relaciones con sus socios europeos, teniendo en cuenta que heredaba la crisis más profunda de la relación trasatlántica. Y muy probablemente el segundo mandato va a estar lleno de contenido en algunas dinámicas fundamentales del sistema internacional: en primer lugar, la propia reforma de la alianza atlántica; en segundo lugar, dar una solución coordinada al tema nuclear iraní, y hay un tercer elemento que es fundamental, que es asumir un protagonismo activo en el conflicto en Oriente Próximo.
¿Y en cuanto a los países árabes en transición y el conflicto en Siria?
Estados Unidos va a tener que adoptar un papel multilateral mucho más activo.
El presidente Obama tendrá que trabajar con un Congreso en manos republicanas y con la mitad del país en su contra. ¿Cuáles serán sus principales desafíos?
Creo que Obama ha entendido un mensaje muy importante, y es que ha estado apunto de perder. Esta legislatura probablemente sea más aguerrida en el planteamiento, de introducir una mayor carga en ámbitos como los derechos civiles, en ámbitos como la reforma de la educación, como la política medioambiental, y sin duda el mayor compromiso que ha adquirido en la campaña, que es la reforma de la política migratoria.
El voto latino ha sido fundamental para su victoria, les debe la reforma, ¿no?
Podríamos decir sin exagerar que les debe la elección.