bercelona. La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, advirtió ayer al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que los catalanes no se merecen gobernantes "que se sitúen al margen de la ley", y le pidió que actúe con responsabilidad. "Jamás deben hacerse afirmaciones como las de ayer -por el domingo-", afirmó en un desayuno organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona, después de que el candidato de CiU a la reelección asegurase hace dos días que ni los tribunales ni las constituciones podrán frenar la fuerza de la democracia y el civismo.
La dirigente popular avisó de que, si Mas "decide romper las reglas del juego", Catalunya sufrirá consecuencias sociales y económicas, y sostuvo que la solución a las dificultades económicas pasa por trabajar conjuntamente con España y no por la secesión. Reclamó a Artur Mas que "no engañe a los catalanes" y explique las consecuencias de la separación, y celebró que el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, avale las tesis del PP catalán y alerte de que una Catalunya independiente podría quedar fuera de la UE.
Ahondando en los inconvenientes que, a su juicio, conllevaría la independencia, Camacho defendió que, al salir de la UE, el PIB catalán bajaría en torno al 18,8% por una caída de las exportaciones y la marcha de varias empresas fuera de la comunidad. Por ello, reclamó un PP fuerte tras las elecciones del día 25 "frente al delirio rupturista" de CiU, así como mantener a Catalunya en la senda de las reformas para la recuperación económica y la creación de empleo.
Victimismo En esta línea, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, respondió ayer al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol afirmando que "en absoluto percibo esa hostilidad hacia Cataluña de parte del resto de España". Denunció, en cambio, el intento de CiU de "crear esa especie de victimismo" y convertirlo en "una forma de hacer política".