Vitoria. El inicio de la nueva legislatura es cuestión de días. Concretamente, de un máximo de 15. Este es el plazo que fija el Reglamento del Parlamento Vasco para celebrar la sesión constitutiva desde la acreditación de al menos una tercera parte de los miembros de la Cámara vasca. El contador se activará el jueves a las once, fecha y hora en la que se registrarán los 27 aforados del PNV.
Dos semanas más tarde ocuparán por primera vez junto a sus compañeros de institución las bancadas parlamentarias para afrontar un complicado periodo lastrado por las urgencias que genera la crisis y cuya primera consecuencia será la habilitación de enero para abordar el trabajo parlamentario, según anunció ayer el presidente del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar.
Y es que el tiempo corre en contra de un gobierno que aún carece de lehendakari y desconoce cuáles serán, si los hay, sus compañeros de viaje. Aún así, la medida anunciada por el dirigente que parece estar llamado a suceder a Iñigo Urkullu al frente del partido da muestras del intenso ritmo de trabajo al que se se someterá el Legislativo autonómico durante los próximos meses.
De forma paralela al trabajo de cocina política que tras las ronda inicial de contactos puso en marcha el PNV la pasada semana, la dinámica reglamentaria dibuja ya los pasos a seguir para canalizar las directrices políticas que se ejecutarán desde ahora en una institución en la que la ausencia de mayorías obliga a los distintos tipos de alianzas para sacar adelante las propuestas pertinentes.
Gorka Maneiro, único parlamentario de UPyD, fue ayer el más madrugador a la hora de acudir a la Secretaría General de la Cámara vasca para renovar su condición de aforado, un camino que el PSE seguirá mañana mismo y al que sucederán entre el jueves y viernes PNV, EH Bildu y PP.
El encuentro plenario en el que dentro de dos semanas las nuevas caras compartirán protagonismo con los veteranos en estas lides servirá, a su vez, para componer la Mesa del Parlamento Vasco, el órgano rector de esta institución.
Su composición suele ser un claro síntoma de las alianzas pactadas en las conversaciones de pasillo. La intención explicitada por el PNV es que las cuatro grandes formaciones del Parlamento tengan representación en este órgano, lo que no matizan desde fuentes jeltzales es si su partido asumirá dos de las cinco sillas existentes.
El desarrollo de las negociaciones determinará la composición definitiva de la Mesa que, en la actual legislatura sirvió para que el PP, como socio preferente del Gobierno López, engrosara a través de Aran-tza Quiroga el listado histórico de partidos que han presidido el Parlamento Vasco.
Constituida la Cámara, la siguiente cita en el Legislativo servirá poner fecha y convocar la sesión de investidura del próximo lehendakari, un pleno cuya celebración podría tener lugar en los días previos a las vacaciones navideñas.
Así las cosas, la decisión jeltzale de habilitar enero permitirá acelerar los plazos tanto en el ámbito ejecutivo como legislativo. En lo que respecta al trabajo parlamentario, la Cámara iniciará la elección de sus candidatos para constituir las comisiones que fundamentan junto a las ponencias el trabajo de esta institución.
La designación de los respectivos consejeros resulta imprescindible para activar determinadas comisiones, mientras que entre las ponencias -sin carácter secreto desde la actual legislatura- se diferencian las que surgen desde las comisiones y las que dependen directamente del Pleno parlamentario. En este último grupo se enmarca la que el pasado año provocó la división y posterior ruptura del grupo de Aralar, dirigida a analizar el nuevo escenario originado tras el cese de la actividad armada de ETA.
El inicio del año acarreará la prórroga de facto de las Cuentas aprobadas para este ejercicio ante la imposibilidad material de que el nuevo gobierno disponga de un proyecto propio a las puertas de 2013.
La entrada en Ajuria Enea permitirá al PNV comprobar el estado de las arcas autonómicas, de forma paralela a la búsqueda de apoyos para sacar adelante los próximos presupuestos. Bajo estos parámetros, la formación jeltzale tratará de cerrar "lo antes posible" las futuras cuentas, según apuntaron ayer fuentes nacionalistas que ven prematuro precisar una fecha antes de la constitución del próximo Gobierno Vasco.