Vitoria. La detención este fin de semana de dos presuntos dirigentes de esta ETA que busca desde hace un año la ocasión de escribir el punto y final de su historia devolvió ayer la resolución de esta pata del conflicto a la agenda política ubicando a los diferentes protagonistas ante este desafío pendiente.
Desde EH Bildu, Laura Mintegi interpretó el arresto de Izaskun Lesaka y Joseba Iturbe como la más clara prueba de que el Gabinete Rajoy ni sabe ni quiere saber por dónde debe ir el proceso que apuntale el adiós de ETA. "No puedo aplaudir una operación de represión" que demuestra el "empecinamiento" del PP y que puede "retrasar" el proceso de paz, lamentó. Y, frente a esta estrategia, contrapuso dos realidades que a su juicio demuestran que Rajoy va "a contracorriente". Por un lado, la posición de una sociedad vasca que "quiere la paz", y por otro, ejemplos como el colombiano, donde en lugar de detener a quienes apuestan por la paz el Gobierno dialoga ahora con ellos.
"Van a tener que cambiar", subrayó, coincidiendo con una Amaiur que apostó por sumar fuerzas para "torcer" el rumbo del PP. Y en este sentido, dejó caer que el próximo Parlamento Vasco "va a hacer algo" para acabar con el actual impasse porque, según confirmó, ningún obstáculo logrará "anular" el avance hacia la paz. Aunque, matizó, aún no esté claro "cómo ni cuándo ni qué".
La cuestión pendiente Ante este escenario, Mintegi lamentó que los populares estén retrasando y dificultando la resolución de cuestiones pendientes como la de los presos al aferrarse únicamente a la vía policial. Y no fue la única que proyectó sobre la estrategia penitenciaria el reflejo de las últimas detenciones.
Aún en su papel de consejera de Interior del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, se felicitó por este "brillante" operativo y apoyó que sea ésta la estrategia a seguir hasta que ETA entienda que debe disolverse. Pero, volviendo la vista a las cárceles, pidió que se den "pasos por ambas partes". Eso sí; no refiriéndose al Gobierno y a ETA, sino a esta y a sus presos, a los que pidió que se liberen del "yugo" de la ortodoxia y acepten la legislación penitenciaria.
En esta línea, la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, confirmó que el PP sigue y seguirá "vigilante" y fiel a esta estrategia "hasta la completa disolución de ETA".
El contrapunto a estas lecturas lo puso el presidente del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar, que si bien dijo que su partido "no cuestiona" los arrestos, sí lamentó que "solo se avance en este ámbito" mientras se "aparcan" o "no se tocan" otras cuestiones "urgentes" como la de los presos. Hay reclusos críticos que esperan "respuestas" -dijo por los de Nanclares- y otros a los que sus graves enfermedades les deberían abrir la puerta a la libertad condicional sin necesidad de forzar la ley. "Ahí sí somos críticos" con el Gobierno, concluyó, antes de reclamar al Gabinete Rajoy que no desaproveche la tan esperada oportunidad de consolidar de una vez la paz que ahora se presenta en Euskadi.