El aspirante republicano a la Casa Blanca Mitt Romney quería, en un principio, focalizar su campaña solo en la economía. La muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, y el fin de la guerra de Irak ayudaron al presidente Barack Obama a neutralizar la ventaja tradicional del partido Republicano en materia de seguridad nacional. Sin embargo, la ola de ataques en las embajadas americanas del pasado mes, la muerte de cuatro diplomáticos -entre ellos el embajador de Libia- y la buena actuación de Mitt Romney en el primer debate presidencial cambiaron la situación.
Según una encuesta reciente de Pew Research, Obama ha perdido parte de su popularidad en política exterior ya que la diferencia de 15 puntos que tenía sobre su rival se ha reducido a cuatro. Ahora solo un 47% de los votantes cree que el presidente sería mejor comandante que el candidato republicano. Por ello, Romney ha pasado al ataque y en los últimos días subraya en sus mítines las diferencias de su visión del mundo con la del presidente Obama. Mañana, en el tercer y último debate dedicado a la política exterior, será su oportunidad para presentar su alternativa a una gran audiencia. A pesar de estas cifras, Obama sigue siendo fuerte en este capítulo y se espera que salga reforzado de este cara a cara. Eso sí, el presidente deberá aclarar qué pasó en Bengasi y porqué su gobierno tardó tanto en considerar un ataque terrorista el asalto al consulado estadounidense.
Las dos campañas de los candidatos buscan distanciarse en política exterior para mejorar su perfil presidencial y ganar votos entre los votantes indecisos. Sin embargo, los analistas políticos aseguran que un mundo con Mitt Romney de presidente de los Estados Unidos no sería muy diferente al de los últimos cuatro años. De hecho, muchas de las posiciones del republicano se parecen mucho a las del presidente Obama, como por ejemplo en temas como la retirada de tropas de Afganistán o Irán.
Los asesores en política exterior de Obama y Romney, Richard Verma y Dov Zakheim, ignoraron estas similitudes en su conversación hace unas semanas en Washington para explicar las propuestas de sus candidatos sobre el papel y liderazgo de los Estados Unidos en el mundo. Mañana tendremos la solución en el último cara a cara.